Claves de la deuda griega

ELISEO
Oliveras

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Grecia está contra las cuerdas, ahogada por una deuda pública que supera los 317.000 millones de euros -177%  del producto interior bruto (PIB)- y amenazada para que imponga a sus ciudadanos más sacrificios que no resuelven el problema. Las exigencias del Eurogrupo y del Fondo Monetario Internacional (FMI) han sido muy criticadas por contraproducentes desde premios Nobel de Economía, como Joseph Stiglitz y Paul Krugman, hasta economistas neoliberales, como Jeffrey Sachs. La eurozona y la troika -Comisión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y FMIocultan el origen de esa deuda y trasladan de forma injusta la responsabilidad a los asalariados y a la población menos favorecida de Grecia.

La deuda pública griega, que representaba el 25% del PIB en 1981 cuando ingresó en la UE, aumentó hasta el 107% del PIB en 1998. Al entrar en la zona euro en el 2001 se había reducido en teoría al 100% del PIB. Pero volvió a crecer hasta llegar al 126,8% en el 2009, cuando alcanzó los 301.000 millones. Atenas consiguió ocultarlo temporalmente gracias a manipular las estadísticas y a la ayuda del banco Goldman

Sachs, cuando el actual presidente del BCE, Mario Draghi, era su vicepresidente y uno de sus máximos responsables para Europa.

Los factores que contribuyeron a acumular esa deuda antes del rescate fueron: el efecto bola de nieve del crecimiento de la deuda porque sus tipos de interés eran más altos que el crecimiento nominal del PIB, los multimillonarios contratos de defensa que obtuvieron, gracias a sobornos, las industrias militares europeas (en especial de Alemania y Francia), y la evasión fiscal masiva de las empresas y la elite socioeconómica griega. Todo ello condujo a un permanente y alto déficit público.

Los contratos de defensa aumentaron en 40.000 millones la deuda pública griega de 1995 al 2009, según el informe de la Comisión de la Verdad sobre la Deuda. Además de la tradicional economía sumergida (24% del PIB) y del fraude fiscal de los profesionales y personas acomodadas, la evasión fiscal de las empresas incrementó la deuda en otros 40.000 millones del 2003 al 2009.

A principios del 2010 quedó claro que Grecia no podía hacer frente a su deuda. En lugar de reestructurar la deuda, que estaba en manos privadas, y resolver así el problema, el Eurogrupo y el director del FMI, Dominique Strauss-Kahn (que aspiraba a presidir Francia), optaron por el plan de rescate para evitar que los bancos franceses, alemanes y holandeses, entre otros, sufrieran perdidas por sus inversiones griegas, como subrayan James K. Galbraith y muchos economistas. Las medidas de ajuste del plan de rescate, que incluían mantener las compras de armamento pactadas, hundieron la economía griega (-25%), dispararon el paro (25%) y aumentaron aún más la deuda pública, pese al recorte aplicado en el 2012.

El error de Merkel

«El 90% de los fondos que la Eurozona y el FMI han prestado a Grecia se han destinado desde el 2010 al pago de una deuda insostenible», criticó Philippe Legrain, asesor económico del anterior presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso del 2011 al 2014 y profesor de la London School of Economics. «La cancillera alemana, Angela Merkel, y los demás dirigentes europeos no quieren admitir que cometieron un terrible error en el 2010 y han estado mintiendo desde entonces», añadió Legrain.

Incluso si el primer ministro griego, Alexis Tsipras, acaba cediendo, los 15.500 millones prometidos apenas alcanzarán para cubrir las devoluciones de deuda previstas hasta fin de noviembre. Pero las exigencias del Eurogrupo y del FMI hundirán aún más la economía griega y elevarán aún más el nivel endeudamiento, como detalló el economista Martin Sandbu en el Financial Times.

Sorprende el poco interés mostrado por la troika en la lucha contra el fraude fiscal en estos cinco años que lleva imponiendo su diktat a Grecia, porque no exigió investigar a los 2.000 clientes en Suiza del banco HSBC, ni a los titulares que transfirieron más de 30.000 millones a Suiza, ni poner fin a los esquemas de evasión vía Holanda y Luxemburgo.