Cifuentes es un marrón

La presidenta madrileña puede seguir diciendo lo que quiera, pero los suyos ya no la creen

Cifuentes abraza a Mariano Rajoy en la convención del PP

Cifuentes abraza a Mariano Rajoy en la convención del PP / periodico

Cristina Pardo

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El presidente del Gobierno ha dicho, durante la convención nacional que el PP está celebrando en Sevilla, que Cristina Cifuentes tiene "el apoyo del Partido Popular". Esto es algo que solo se creen, como mucho, Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, empeñada en sacar a sus fieles de las fauces ‘sorayescas’ a costa de lo que sea. 

Cualquiera que siga la actualidad que emana de Génova, 13 sabe que todo está escrito y que Rajoy siempre actúa exactamente igual. Primero, te apoya públicamente y te coge el teléfono. Después, deja de hacer ambas cosas y solo hay silencio. Y al final, alguien te hace llegar que lo mejor para el partido es que te vayas. Mientras tanto, el aludido primero presume del apoyo del presidente. Luego, empieza a sentir la frialdad y a verse en las portadas de la prensa, y llega el momento de la sobreactuación. Ese fue el método aplicado, por ejemplo, con Francisco Camps o con el expresidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez.

Cifuentes llegó el viernes a la inauguración de la convención como si caminara sobre las aguas, haciéndose 'selfies' por encima de sus posibilidades y forzando con los dirigentes cuantas más fotos, mejor. Horas después se encontró con que esas mismas personas a las que besaba cuando estaba segura de que había cámaras le afearon la conducta públicamente. Cómo será la cosa que, una vez que sus mentiras sobre el máster que no cursó han convertido la convención en un lodazal, los dirigentes populares ni siquiera obedecen ya a Rajoy. Porque en un partido tan jerárquico, si el presidente dice que Cifuentes tiene el apoyo del partido,  todos van detrás como cotorras. En esta ocasión, ni eso. Pocos de sus compañeros han rehuido a los medios en la convención de Sevilla. Juan Vicente Herrera ha advertido: "La sociedad y el partido necesitan claridad". Javier Arenas ha exigido "transparencia". Fernando Martínez Maillo ha augurado que Cifuentes tendrá que seguir dando explicaciones en el futuro, dando a entender que este tema no está zanjado. Y Alberto Núñez Feijóo ha dejado la puerta abierta a que la presidenta de la Comunidad de Madrid esté mintiendo y le ha pedido que deje ya de improvisar. Estos son solo algunos ejemplos. Y no son unos representantes de segunda fila, precisamente.

Paralelamente, explotaba en la convención el ultimátum de Ciudadanos a Cifuentes: o apoyaba la comisión de investigación en la Asamblea sobre su máster o pedirían su dimisión. Empujados por Génova, en el PP de Madrid han respondido casi inmediatamente que 'sí' a la comisión. Así que en este cónclave sevillano, de momento, no se han logrado los objetivos: aplacar a Ciudadanos y aplastar la polémica madrileña. Cifuentes puede seguir diciendo lo que quiera. Que la respaldan, que no dimite, que no ha mentido... Lo que quiera. Pero los suyos ya no la creen, su coartada es cada día más gelatinosa y, aunque no le guste, depende de Ciudadanos para terminar la legislatura. Es evidente que la polémica de su máster va a durar más que las clases a las que no fue. Va siendo hora de que se entere.