Chuck vuelve a la carga

Es un poco pronto para intuir cuál será el disco más interesante del 2017, pero ya podemos adelantar cuál será el más insólito: el que recoge el regreso a los estudios de grabación de alguien que lleva 38 años sin pisarlos, el gran Chuck Berry. El pasado 18 de octubre, día en el que cumplía 90 tacos, el legendario cantante, guitarrista y compositor de 'hits' inolvidables como 'Johnny B. Goode', 'Roll over Beethoven' o 'You never can tell' (con el que John Travolta y Uma Thurman se marcaron el baile de su vida en 'Pulp fiction') anunció que publicaría un nuevo disco titulado, simplemente, 'Chuck' y dedicado a la que ha sido su esposa durante los últimos 68 añitos, Themetta, alias 'Toddy'. Y no se trata de nuevas versiones de sus viejos éxitos ni de uno de esos discos de duetos a los que suelen dedicarse los de su quinta cuando urge ingresar algo de dinerito fresco -lo hizo, no hace mucho, su compañero de generación Jerry Lee Lewis-, sino una colección de canciones compuestas a lo largo de los últimos años y en las que nuestro hombre dice haberse dejado la piel. Consciente de que a los 90 ni se anda sobrado de ideas ni se dispone de mucho tiempo para ponerlas en práctica, el gran Chuck nos ofrecerá su testamento musical en fecha indeterminada del nuevo año.

Podrían haber seguido su ejemplo los Rolling Stones, alumnos reconocidos del señor Berry, en vez de largarnos, como acaban de hacer, un disco de versiones de blues vetustos que se escucha con agrado, pero se olvida rápidamente y no propicia precisamente reiteradas escuchas, pero hemos de ser comprensivos con ellos: solo son unos chavales de setenta y tantos años, con toda la vida por delante y tiempo de sobras para componer nuevas canciones. Uno de ellos, incluso, acaba de ser padre. Chuck Berry, por el contrario, sabe que no le queda mucho tiempo de estancia en este planeta y tiene el detalle de despedirse de nosotros con las últimas canciones que le han salido de su prodigioso cacumen rockero.

A la misma edad, Charles Aznavour sigue pisando los escenarios de medio mundo para recordarnos lo triste que puede ser Venecia sin ti, pero Leonard Cohen nos dejó hace poco y Paolo Conte ya no cumple los 80. Consuela ver que uno de nuestros abuelos espirituales sigue al pie del cañón.