ANÁLISIS

Chilena por la vida

El éxito y las dificultades del deporte, del maravilloso vuelo del 'crack' del Madrid a la caída del asturiano Pelayo Novo

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Mónica Marchante

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Ninguna imagen representa mejor el éxito del deportista como la de la chilena de Cristiano. El fibroso cuerpo del portugués rematando a más de dos metros de altura con precisión milimétrica el balón a la portería de Buffon.Fue un “capolavoro” que levantó al público del Delle Alpi de sus asientos para aplaudir al artista.

El maravilloso vuelo de Cristiano no me borra otra imagen de la cabeza. La de Pelayo Novo cayendo desde un tercer piso de un hotel de Huesca. Como si esos dos vuelos estuvieran conectados por el éxito y las dificultades que esconde el camino.

El atleta que puede con todo

Ronaldo es la cara del deporte, el triunfador, el coleccionista de goles, de trofeos, de títulos, el millonario. El atleta que puede con todo y con todos, el de la voluntad, la constancia y el sacrificio. El que ha sabido sobreponerse a unos orígenes nada fáciles, a la pérdida del padre, a las dificultades económicas de su familia. Una fuerza física descomunal también acompañada de una férrea fuerza mental. Lo uno sin lo otro no sería nada.

Pocas certezas hay tras el accidente de Pelayo. Muchas sobre lo que generaba a su alrededor. “Pelayo es un chico magnífico que merece vivir y disfrutar de esta profesión” dijo su anterior entrenador en el Elche Rubén Baraja. “Necesita siempre mucho cariño”, añadió. Quienes le conocen hablan de una persona sensible, cariñosa y con poca fortuna con las lesiones, que no le han dejado disfrutar de su profesión en plenitud ni romper al futbolista que apuntaba en las categorías inferiores del Oviedo. Una carrera de ingeniería a falta de una asignatura y una familia estructurada y bien formada dibujan un entorno estable, junto con su novia de toda la vida.

Hasta el sábado, cuando sus huesos dieron contra el suelo y las múltiples fracturas dejaron paso a otras tantas preguntas. “No te rindas, aunque el frío queme y el miedo muerda”, dice en su perfil de Instagram. La prudencia y el respeto son necesarias, sí. Pero hay una gran labor pendiente en el deporte profesional que ningún tabú debe aplazar.

El futbol maneja presupuestos mareantes. Los futbolistas 'top' viven rodeados de asesores de todo tipo, 'community managers', aviones privados y cualquier excentricidad que deseen. Se operan con los mejores profesionales del mundo o viajan a infiltrarse placenta de yegüa si eso les hace creer que se recuperarán antes.

Mientras eso sucede, otros llevan en silencio problemas de convivencia con la alta exigencia del deporte, sufrimiento ante la presión, dificultades para gestionar la delgada línea entre el éxito y el fracaso y verdaderos calvarios psicológicos como el del capitán del Arsenal Mertesacker, quien reconoció vomitar o sufrir diarrea antes de los partidos a causa de la presión. André Gomes relató su sufrimiento recientemente. Otros no lo soportaron.

No se quede el fútbol (y el deporte) de brazos cruzados. Demasiadas señales como para no invertir en la prevención y detección de casos como éstos. Entrenemos también la mente, que en el deporte de élite a veces las lesiones más graves no son las físicas.