La rueda

Cersei no vive en Girona

¿Por qué los frikis de 'Juegos de tronos' aún van a fotografiar lo que saben que no hallarán?

JORDI MERCADER

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Cersei Lannister, reina en Desembarco del Rey desde el último episodio de la temporada de Juego de Tronos, es un peligro para Girona. Y no solo figuradamente. En próximas entregas va a ser la causa de la tormenta de fuego de dragones que va a asolar la ciudad, pero desde que instaló su corte de intrigas y fanatismo en algún lugar del barrio viejo, los turistas de imaginarios televisivos han invadido sus calles en busca de una Girona que no existe.La catedral y su imponente escalinata fue el gran escenario del rodaje. Pero el guion exigió la manipulación de su singularidad, incorporando un puerto virtual que otorgaba al conjunto una grandiosidad imbatible como destino turístico. Una estafa, una tergiversación del auténtico encanto gerundense materializado, entre otras delicadezas, en poder tomar una copa en el único bar del mundo que tiene una catedral en su terraza. Es la maravilla del truco digital, incluso los frikis de la serie son conscientes de ello y no van a lamentar su búsqueda infructuosa de encuadres, se me dirá. Entonces, ¿por qué van a comprobar y fotografiar lo que saben que no encontrarán?

Es un comportamiento misterioso, un subterfugio pobre del turismo cultural que toda ciudad turística reclama para sí, como factor de distinción, ante la clásica invasión de forasteros en tantos lugares de piedras viejas y comunes, causa de molestias para residentes y de beneficio para el comercio. Girona, rai, resistirá la estancia de la perversa y seductora Cersei y la probable llegada de la hierática Daenerys Targayen con su ambición por la corona de los siete reinos. Su victoria sobre la ficción será posible gracias a su atmósfera de capital de provincia por los siglos de los siglos, aderezada con un toque cosmopolita de acento judío, por sus campanas, escalinatas, puentes con vistas de postal coloreada y flores de mayo, a menos que el olor a azufre de los dragones perdure más de lo previsible.