Todo al catalanismo político

Ada Colau, Xavier Domènech y otros dirigentes de En Comú Podem celebran la victoria en las elecciones generales.

Ada Colau, Xavier Domènech y otros dirigentes de En Comú Podem celebran la victoria en las elecciones generales. / periodico

JOAN GUIRADO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Catalunya es de izquierdas. Los resultados de las elecciones de este domingo, demuestran que la catalana es una sociedad principalmente socialdemócrata. El cambio de cromos entre los principales partidos que han construido el edificio democrático catalán por otras formaciones, algunas nuevas y otras con mucha historia, abre una nueva ventana de futuro. Y la concentración de los partidos de izquierdas desacomplejados en las primeras posiciones, relegando al centroderecha y a la derecha a la residualidad pone sobre la mesa una deficiencia de la gobernabilidad catalana de los últimos años: la ciudadanía no ha percibido políticas sociales claras y potentes. El resultado del domingo, demuestra las debilidades comunicativas de Convergència para acabar de ampliar la base social del independentismo. Hablar al unísono solo del 'procés' no ha sido efectivo.

El catalanismo político, una vez más, tendrá el poder español en sus manos. Un catalanismo político diferente al de Miquel Roca Junyent o Josep Antoni Duran i Lleida y Convergència i Unió. La suma de En Comú PodemEsquerra Republicana y Democràcia i Llibertat, podría aupar al gobierno a un PSOE que junto a Podemos tendría que hacer muchas cesiones. Algunas de medidas sociales más drásticas y regeneración contra la corrupción, pero si algo tiene en común el catalanismo político del 2015 es la necesidad de votar. La consulta es innegociable. Reconocer la singularidad de Catalunya, contra la que tantas veces ha chocado Pedro Sánchez.

Las próximas semanas serán apasionantes. La cultura del pacto se tendrá que instalar en un estado acostumbrado a las mayorías. El diálogo, los compromisos, la firmeza y la paciencia serán claves para garantizar una política de grandes coaliciones. Y si no es posible, en primavera nos veremos de nuevo en las urnas. No den nada por seguro. Un país que premia con tener la prioridad de formar gobierno, al partido con mayores casos de corrupción de la historia y los mayores recortes sociales y de derechos, es imprevisible. Lo ilógico se convierte en normal. El malestar en las calles, se traduce en conformismo en las urnas. O resignación. O desconocimiento fruto de la manipulación.

En definitiva, vista la situación este va a ser mi último artículo hablando directamente de política. Me he perdido y no entiendo nada. Las encuestas y los sondeos han fallado, algunos nombres ilustres de la política nacional como Duran i Lleida, MadinaMarotoLlorens Maldonado abandonan las instituciones y España gana la batalla al bipartidismo pero pierde una capacidad enorme de estabilidad, en un momento de gran necesidad.