La caldera azulgrana

barcelona lionel messi  andres iniesta futbol copa del rey

barcelona lionel messi andres iniesta futbol copa del rey / periodico

Albert Guasch

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Barça es una caldera que hierve y quema. Nunca se apaga, porque siempre algo o alguien aparece con leña para alimentar el fuego. Resulta hasta fascinante observar desde fuera, como abrasador debe ser sufrir desde dentro, las continuas crisis que el club azulgrana es capaz de generar. La caldera, últimamente, hierve a vivos borbotones.

Como si no hubiera suficiente con la moción de censura, ahora no existe acuerdo en cómo proceder con dicha moción. Como si no hubiera suficiente con la pérdida de Neymar, ahora se intercambian mensajes hirientes desde la distancia. Como si no bastara con el mosqueante retraso en la firma de Messi, ahora se une el no de Iniesta al principio de acuerdo por la renovación, que duele y descoloca más que cualquier berrinche del astro brasileño.

Tantas carpetas

Le preguntaron a Josep Maria Bartomeu esta semana en el diario 'Sport' si hay poco diálogo entre el club y los jugadores. "Es constante", replicó sucintamente. Y justamente parece lo contrario. No debe ser nada fácil encontrar la química con un vestuario muy curtido, tan rico en títulos como en derechos adquiridos. El carisma ayuda, claro, y actuar con justicia en el reparto de los emolumentos, aún más. Y ya se sabe que eso no sucedía cuando el nuevo 'crack' del PSG se ataba las botas con la camiseta del Barça.

Vuelven las carpetas al vocabulario de la gestión presidencial, carpetas que se abren y que conviene cerrar para mitigar la caldera. Con suerte para BartomeuAgustí Benedito no alcanzará las rúbricas necesarias para empezar el 'impeachment' barcelonista, Messi estampará finalmente la firma de su renovación, Iniesta convertirá el 'no' en un 'sí' y el entorno, gracias a la buena mano de Valverde, se acabará por olvidar de que en la pasada ventana de fichajes no se cumplieron las expectativas. No obstante, quizá la cúpula barcelonista debería pensar en buscar a alguien, sin que implique un nuevo cargo, por Dios, que conecte mejor con el nervio del vestuario.  Quizá.