Cajas, bancos y el tiro en el pie de PP y PSOE

La comisiones de investigación parlamentarias, idealizadas por el cine de Hollywood, en España son un chusco remedo de las, en teoría eficaces, de Estados Unidos, porque luego, allí también hay de todo. En el Parlametno español y en los autonómicos las comisiones de investigación no persiguen descubrir la verdad sobre lo investigado, sino servir de arma política contra los adversarios. Por eso, cuando un partido tiene mayoría elude ese cáliz y cuando está en la oposición reclama que el Gobierno de turno beba de él. Así ha ocurrido desde la época de Felipe González hasta la de Rajoy, incluidos Aznar y Zapatero.

La minoría mayoritaria del PP, con un socio que puede ser incómodo como Rivera para ciertos asuntos, hace que esta sea la legislatura en la que sin duda habrá más comisiones de investigación. Está en marcha una sobre el anterior ministro del Interior, Jorge Fernández, sus actuaciones y el burdo episodio de haber sido grabado -y difundidas las conversaciones- en su propio despacho. Cuando concluya, quizá en un par de meses se dará el pistoletazo de salida de la Comisión que "investigará" qué ocurrió en el sistema financiero español -sobre todo en las cajas de ahorros- prácticamente desde principios de siglo, con la traca final del rescate financiero.

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El PP de Rajoy y el PSOE --que ahora en el Congreso de los Diputados, lidera Antonio Hernando hasta que haya un líder definitivo--, por alguna razón se han embarcado en una comisión de la que ambos partidos, inevitablemente, pueden salir más que escaldados. Por eso sorprende que, por mucho que Ciudadanos y Podemos -Pablo Iglesias se frota las manos- hayan concedido tanta munición a sus adversarios emergentes. La comisión, como todas, no esclarecerá nada que ya no se conozca salvo algún pequeño detalle, pero volverá a colocar al sector financiero en el centro de la atención, para ser machacado sin piedad por unos y otros. Malos tiempos para dedicarse a la banca.

Las causas de la crisis financiera, y sobre todo la de las cajas, son sobradamente conocidas. Las cajas -en una buena parte controladas por políticos de todos los partidos, también de Izquierda Unida ahora engullida por Podemos- quisieron ser bancos globales, como se dice ahora, además de ser utilizadas para fines clientelistas. Apostaron por el 'boom' inmobiliario, por expansiones alocadas y negocios disparatados. Gobiernos -unos más que otros- y el Banco de España miraron hacia otra parte hasta que fue demasiado tarde y llegó el rescate financiero. Lo demás, es historia, incluidas las primeras condenas -Caixa Galicia- y las 'black' de Caja Madrid. La comisión parlamentaria no descubrirá nada nuevo, pero PP y PSOE pueden pasar aprietos. Agobiados por una cierta presión populista han aceptado la mal llamada investigación en el Congreso, pero se han podido disparar un tiro en el pie con munición financiera. No tienen nada que ganar y mucho que perder. Eso sí, si la gente quiere circo, habrá circo.