ANÁLISIS

El SPD, cada vez más pequeño e insignificante

Parte de la sociedad alemana está señalando a los socialdemócratas como responsables de la inestabilidad política

Martin Schulz, presidente del Partido Socialdemócrata alemán, en Berlín, el lunes pasado.

Martin Schulz, presidente del Partido Socialdemócrata alemán, en Berlín, el lunes pasado. / EFE / CLEMENS BILAN

ROBERTO INCLÁN

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La extraña y casi increíble historia de Robert Scott Carey empezó un día corriente de verano. "Conozco esta historia mejor que nadie, porque yo soy Robert Scott Carey". De esta manera comienza la película de Jack Arnold, el increíble hombre menguante, en la que su protagonista se convierte en un ser cada vez más pequeño e insignificante. En esta situación parece encontrarse el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), liderado por Martin Schulz, a quien según los últimos datos del ARD-Deutschlandtrend, las encuestan le otorgan los peores resultados en sus más de 150 años de historia, con un 18% en intención de voto, únicamente 4 puntos más que el partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD).

A ello se suma una caída de popularidad de su líder, el expresidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, quien obtiene el nivel más bajo desde que asumió el cargo hace un año, con un 25%, cinco puntos menos que el mes pasado. El principal motivo que mueve a Schulz a mantener la gran coalición ('GroKo', según su abreviatura en alemán) en contra de los deseos de una parte importante de su propio partido es el sentido de responsabilidad para anteponer el país a los intereses del partido y alcanzar un acuerdo de gobierno con la CDU/CSU para los próximos cuatro años.

Rebelión juvenil

La socialdemocracia alemana se encuentra dividida. El ala izquierda del partido y las propias juventudes del SPD (Jusos) también se han mostrado contrarias a la repetición de un acuerdo de gobierno. Kevin Kühnert, presidente de los Jusos, culpa a la unión con la CDU/CSU de los malos resultados electorales obtenidos por su partido en las últimas elecciones, y defiende una renovación del SPD desde la oposición.

Según los últimos datos disponibles, la suma de la CDU/CSU y el SPD sería tan solo el 51% del total. En cuanto a los votantes del SPD, la mayoría de ellos -un 59%- se muestra contrario a una renovación de mandato de Angela Merkel, y en caso de fracaso de la 'GroKo', el 40% prefiere un Gobierno de la CDU en minoría, mientras que el 56% elige la opción de unas nuevas elecciones.

Sin embargo, para que este acuerdo tuviese valor, aún sería necesario el trámite interno en forma de consulta a los más de 400.000 afiliados del SPD. El hecho de que el futuro de Alemania –y en gran medida el de la UE– dependa de este proceso, en el cual podrán participar personas de 14 años sin necesidad de tener siquiera la nacionalidad alemana, también empieza a ser cuestionado por "torpedear los principios de la democracia representativa", como afirma el periodista de 'Die Welt', Alan Posener. Para el autor, el SPD está vulnerando las normas básicas de la democracia alemana, según las cuales es necesario tener al menos 18 años y poseer la nacionalidad del país para poder votar.

Sea cual sea el resultado final de estas negociaciones, parte de la sociedad alemana está señalando directamente al SPD –el más perjudicado según las encuestas– como responsable de la situación de inestabilidad política en la que se encuentra actualmente el país.