Un 'brexit' poco 'british'

El referéndum británico para salir de la UE fue confuso, jurídicamente poco claro, con sensación de improvisación y movido por una vaga creencia de que "esto es lo que quiere el pueblo"

EDUARDO MARTÍNEZ ABASCAL

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Los británicos son gente seria. Negocian bien. Cumplen los plazos. Poco amigos de las generalidades. Son rigurosos, cuidan los detalles, y sobre todo cumplen la ley y solo hacen leyes si se van a cumplir. Son poco dados al populismo y a los movimientos populares abruptos, vaya que en general predomina la moderación y la flema. Obviamente lo que digo es una generalización y seguro que habrá excepciones. Por esto me llama mucho la atención el cómo se está conduciendo el proceso del 'brexit'; me parece una conducción muy poco 'british'. Me explico.

Se convoca un referéndum sobre el que no se saben las consecuencias de las dos alternativas planteadas. No hay ni un papel que lo explica. Solo Europa sí o no. Parece poco concreto. Con esta sola pregunta y sin saber las consecuencias de ambas alternativas, ¿qué se puede votar?

Se convoca un referéndum, pero no se sabe si es vinculante o no. Leo que parece que no es vinculante. En este caso el referéndum serviría solo como para ver como respira la población.

De modo que el referéndum no es vinculante, pero el Gobierno (y parece que el Parlamento) actúan como si lo fuera y ponen en marcha el proceso de salida de la UE. No parece que sea un proceso legal riguroso.

El Gobierno (la primera ministra May) dice que tiene un mandato del pueblo y que su obligación es llevarlo a cabo. Pero el 'brexit' no estaba en el programa electoral del partido conservador, que es en definitiva el compromiso que el Gobierno tiene con sus electores. Por tanto ¿tienes que llevar a cabo un mandato con el que no te habías comprometido? Además del hecho de que el referéndum es un mandato. ¿O es más bien un deseo? Si realmente quieres ejecutar el mandato del pueblo, tendrías que plantear nuevas elecciones y decir claramente en tu programa electoral que vas a salir de la UE.

Vale, asumamos que el Gobierno británico se pone manos a la obra para ejecutar el 'brexit'. Lo normal sería empezar negociaciones cuanto antes con la UE para ver cuáles serán las consecuencias (positivas o negativas) del 'brexit'. Pues resulta que no. En septiembre el Gobierno dice que hasta marzo del 2017 nada. Se pierde casi medio año. Esto quizá si es británico… la flema.

La UE también tiene su culpa. Me explico. Si te enteras que tu mujer quiere divorciarse, lo normal es hablar con ella cuanto antes y ver si el matrimonio se puede salvar. No esperas a recibir la notificación del juzgado comunicándote que tu mujer se quiere divorciar. Pues esto precisamente es lo que hace la UE, que no quiere ni hablar hasta que no haya una petición formal de salida de la UE. Eso es lo mismo que hablar con tu mujer cuando los papeles están en el juzgado… ya no hay nada que hacer. Me parece un gran 'mistake' por parte de la UE.

Seguimos. El plazo para la negociación son dos años. Asumamos que en marzo del 2019 se llega a un acuerdo (sea positivo o negativo para 'UK'). ¿Qué hacemos con el acuerdo? ¿Se somete a referéndum? Pues no se sabe. El íter jurídico (camino procesal) no está nada claro, cosa extraña en el modus operandi británico.

Parece sensato que el acuerdo, que tanto puede afectar la vida de los británicos (sea para bien o para mal) debería someterse a referéndum, una vez conocidas las consecuencias de lo que se vota. ¿Y si el supuesto referéndum sale que no queremos salir de la UE? ¿Qué hacemos? Pues no está claro.

En fin, que todo es confuso, jurídicamente poco claro, con sensación de improvisación y movido por una vaga creencia de que "esto es lo que quiere el pueblo". Es por todo ello que me parece un proceso poco 'british'.