'Brexit', hostias y apuestas

Apuestas para todos los gustos. Recordemos que nunca se sabe. El Leicester ganó la Premier contra todo pronóstico. Las apuestas estaban 5.000 a 1. Las casas de apuestas han pagado 14 millones de dólares a las personas que creyeron en lo imposible. El Leicester ha conquistado el título de liga después de 132 años de existencia.

Había menos posibilidades de esa victoria que de que Anna Gabriel presida la ONU, que Oriol Junqueras jure bandera en el cuartel del Bruc, que Pedro Sánchez diga con quién pactará, que TV-3 haga debates plurales, que la gente sepa quién es Meritxell Batet, que Convergència logre un buen resultado el día 26, que Pablo Iglesias se planche la camisa, que Marhuenda se podemice, que Rajoy vocalice, que los trenes de Rodalies lleguen a la hora, que Ana Blanco deje el Telediario o que un servidor escriba algo razonable.

Pues miren… a pesar de todo, el Leicester ganó. Por lo tanto, y siendo así, ¿quién nos dice que lo imposible es irrealizable? ¡Que las apuestas nos resulten favorables!

Nosotros, a lo nuestro

Estamos a pocos días de casi todo. Aquí vamos a lo nuestro mientras Europa se enfrenta a su retorno al pasado. Aquí nos atoramos en los procesos, las desconexiones, las elecciones y el casticismo progre-facha mientras el Brexit, con su brutal crimen neonazi por un lado y las hostias entre hinchadas imbéciles y la ultraderecha por otro, metastatiza el continente.

Se acoraza Francia contra el terrorismo yihadista, pero saltan la muralla los hijos de puta disfrazados de hooligans. Los rusos se entrenan en campos paramilitares para que sus golpes resulten más eficaces. Los ingleses se hunden en la cerveza como pócima mágica para que su cerebro entre en la ataraxia dipsómana. Todo listo y a hostia limpia. Que psicólogos y sociólogos les rediman con su falsarias (en ocasiones) ciencias. Son irrecuperables. La gente de los estadios se ve bien a lo lejos. Quizá como el Reino Unido y su referéndum. Oigo decir que en la campaña «palpitan solo pasiones, y algunas de las más bajas». Oigo decir: «Que se vayan, pero que se vayan del todo… ¡Ni vía Noruega ni mariconadas!».

Volvamos a las amorales casas de apuestas, que viven de los que ganan y de los que pierden. Por lo visto, la gente apuesta sobre cualquier cosa sin impedimentos éticos. Quiniela para los próximos tiempos:

Brexit sí, Brexit no.

Sorpasso sí, sorpasso, no.

Sorpasso en votos o sorpasso en diputados.

Sorpasso psicológico o sorpasso enigmático.

Próximo presidente: Rajoy, Iglesias o Tardà.

Con lo de la crisis en la CUP, Mikimoto president de la Generalitat después de la moción de confianza, sí o no.

¡Apuesten!