Dos miradas

Borrell y la fe

El ministro 'in pectore' podrá contrarrestar la propaganda huera del 'procés', pero no blanquear una prisión preventiva que pesa demasiado

El exministro y expresidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell.

El exministro y expresidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell. / periodico

Emma Riverola

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Para la memoria del 'procés' queda aquel debate entre Borrell y Junqueras, entonces vicepresidente y 'conseller' de Economia. Mientras el ministro de Exteriores 'in pectore' desgranaba argumentos que el tiempo ha confirmado, Junqueras se situaba en un plano emocional, incapaz de rebatir con datos, imbuido de voluntades y sueños. Más anclado en la propaganda que en la economía. En línea con el mundo del 'procés' y su voluntarioso: "El món ens mira".

La elección de Borrell no ha gustado a Puigdemont ni a muchos otros. A los que reclaman diálogo pero solo quieren que se les dé la razón. A esos que aún envuelven sus palabras de premura, de exigencia, de pretensión… Como si no supieran que ya han perdido. Porque han perdido. Al menos, en su pulso al Estado. Eso no quiere decir que no tuvieran razones. Pero basta con mirar la situación actual sin el filtro de la ideología para constatar la amplitud del desastre.

En realidad, el mundo solo ha mirado el independentismo con buenos ojos tras la brutalidad policial del 1-O y los excesos judiciales. Triste victoria. Y ahí, en esas prisiones está ahora la única urgencia. Porque Borrell podrá contrarrestar la propaganda huera del 'procés', pero no blanquear una prisión preventiva que pesa demasiado. A los presos y a sus familias. Pero, también, a una sociedad incapaz de alcanzar la normalidad, víctima de los excesos de unos y otros. La memoria de aquel debate, razón y fe, aún impregna la política.