Al contrataque

'Blue tuesday'

MANEL FUENTES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Infantilismo reinante. Gestos y palabras huecas. Poco nivel. No se resuelven los problemas que la realidad plantea. Plantean otros a ver si así tienen más opciones. Tampoco los resuelven. Creen ganar tiempo mientras lo pierden. Un bebé (y una pancarta) en el escaño. Una promesa incumplible. O mil. Los malos son los otros. Nosotros somos el pueblo. Un peinado, tema de debate. Deuda del 100% del PIB. Somos soberanos. Déficit estructural. Paro estructural. Votad y lo arreglaré. Mesías de tercera. España va bien. Catalunya irá bien. Público desorientado. Pero público aún. Crisis institucionales. Vieja y nueva corrupción. Nuevas y viejas banderas. Propaganda. Toreo de salón. Trapicheo de sillones. Arreglar en los despachos lo que las elecciones dicen que no han clarificado. Tacticismo. Ofertas envenenadas. Imposiciones ministeriales. Declinaciones. Nuevas elecciones. Ninguna estrategia realista. Independencias exprés. Dieciocho meses. Quién dice 18, dice 20 o más. Incluso dice que la independencia no depende solamente de él. Mal encaje. Nula reforma. Escaso diálogo. Poco nivel.

Unos ganan la alcaldía diciendo que cerrarán el zoo. Llegan al poder, y entonces hacen números. Y no cuadran. Anuncio de comisiones de estudio para ganar tiempo. O perderlo. Corruptos por juzgar. Política como sinónimo de servirse y no de servir. Alcaldes que dejan el cargo a menos de un año de prometerlo. Presidentes que juegan al escondite sin compromisos creíbles. Candidatos en la cuerda floja. El Rey recibe. O no. Cargos con poca formación o trayectoria que avale su nombramiento. Brecha aún mayor entre los criterios de selección públicos y privados. Leyes sin recursos. Población sin recursos. Como saben que en tiempos de crisis, la esperanza es imprescindible, juegan con ella. Y la prostituyen.

Camarotes de ricos y pobres

Camarotes de ricos y pobresEn la prensa hay propaganda. En las redes, linchamientos y trincheras. Opio y entretenimiento a discreción. Nadie asume llevar el timón con el rumbo que está marcado. En el 'Titanic', todo el mundo quiere tocar el violín en vez de pilotar el accidente. Algunos saltaron antes. Camarotes de ricos y de pobres. Refugiados. Engañados. Desnortados. Terroristas. Carteristas. Profetas. Violentos. Indigentes. Agotados. Supervivientes. Cabreados. Abandonados.

La bolsa cae. China cae. El petróleo cae. El buen empleo cae. El tejido social cae. Violencia sexista. Violencia económica. Violencia social. Violencia desigual. Desigualdad. Frialdad. El único cobijo es el núcleo íntimo. Lo colaborativo. Lo vecinal. Lo privado. De lo institucional, desconfiamos. Nos escaldamos. Fogonazos.

En la sociedad del tuit solo hay impulsos. Calentones temporales. Olas de consciencia que rompen antes de llegar a la orilla. Calma tensa ante un tsunami que aunque no se ha anunciado, todo el mundo teme que está a punto de llegar.