Aires de cambio en Arabia Saudí

Bienvenido 'Mr. Everything'

El príncipe heredero saudí quiere demostrar que él es quien manda y asegurarse el futuro del régimen

mujeres en arabia saudi

mujeres en arabia saudi / periodico

EDUARD SOLER LECHA

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El que se ocupa de todo. Así llaman a Mohammed bin Salman. El príncipe heredero de Arabia Saudí es también ministro de Defensa y primer ministro adjunto, dirige la intervención militar en Yemenintervención militar en Yemen, supervisa los planes de reforma económica del país y pilota la creación de un fondo soberano valorado en dos billones de dólares.

Los dirigentes de medio mundo quieren reunirse con él, algunos interesados en el papel que desempeña en Oriente Próximo, otros con la vista puesta en suculentos negocios. En las últimas semanas el príncipe saudí ha visitado Londres, Washington y París. Ahora le llega el turno a Madrid.

Las relaciones entre España y Arabia Saudí han estado marcadas por tres factores: las relaciones entre las casas reales, los contratos multimillonarios, y, relacionado con ambos, la controversia política y social. Curiosamente, en esta ocasión la visita del heredero saudí no ha provocado, por ahora, reacciones airadas. En otros países sí lo ha hecho. Quizá estemos distraídos con otros temas. O quizá no interese. En cualquier caso, aprovechemos la ocasión para calibrar el perfil del invitado. Mohammed bin Salman está haciendo grandes esfuerzos para proyectar una imagen de cambio. ¿Cuánto hay de cierto?

Dos objetivos

Mohammed bin Salman tiene 32 años. Aspira a reinar pronto y durante muchos años. Esto se concreta en dos objetivos: demostrar a todo el mundo que él es quien manda y asegurarse la viabilidad del régimen. Para lo primer, y con el apoyo de su padre, ha apartado a otros príncipes de la carrera sucesoria. También promovió una campaña anticorrupción que implicó arrestos y confiscación de bienes de influyentes miembros de la casa real.

Para apuntalar la sostenibilidad del régimen, Mohammed bin Salman necesita reformar la economía. El plan pasa por aprovechar los ingresos del petróleo para diversificar la economía, atraer inversión extranjera y mejorar el capital humano del país. Algunas de las reformas son guiños hacia las mujeres y a los jóvenes pero en ningún caso deberían interpretarse como la antesala de un proceso de liberalización política.

Que nadie se engañe. Mohammed bin Salman aspira a gobernar y a acallar cualquier voz discrepante. Con él las decisiones se toman verticalmente, prima la rapidez y la inmediatez. Hay menos aversión al riesgo y el caso más claro es la política exterior. Podríamos citar el bloqueo a Qatar o el 'caso Hariri' pero su primera y más polémica decisión fue implicarse a fondo en la guerra en Yemen. De eso hace ya tres años. La guerra cuesta al tesoro saudí 200 millones de dólares al día, ha provocado una de las peores emergencias humanitarias del planeta y no se ve la luz al final del túnel.

'Mr. Everything', como le conocen en Arabia Saudí,  llega a España en un momento convulso para Oriente Próximo y en que Arabia Saudí está ganando protagonismo. No obstante, la agenda de sus interlocutores va a estar más centrada en los contratos que en la geopolítica.