Pequeño observatorio

Bibliotecas que recogen vidas

Encontré en mi juventud una gran ayuda en la Biblioteca de Catalunya para mis viajes a pie por el país

Sala de lectura de la nueva Biblioteca Montserrat Abelló de Les Corts.

Sala de lectura de la nueva Biblioteca Montserrat Abelló de Les Corts. / periodico

Josep Maria Espinàs

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Estamos atrapados por noticias políticas y deportivas. Son temas que hacen ruido, que aparecen uno tras otro y llenan todos los canales de radio y televisión.

También hay revistas que hablan básicamente de moda, de bodas y divorcios de famosos. Cuando me voy a cortar el pelo cojo la primera que encuentro, y realmente la lectura me atrae bastante. No solo porque en aquellas páginas veo a unas chicas que no suelo ver ninguna parte sino también porque el desfile de personajes importantes en los ámbitos sociales, deportivos, políticos y de la moda me confirman, como cantaba Raimon, «nosaltres no som d’eixe món».

El lector comprenderá que, por contraste, me haya atraído este titular de un artículo de EL PERIÓDICO: 'Un siglo de bibliotecas municipales'. Y un subtítulo muy claro e informativo: 'La red de bibliotecas necesita una actualización constante por los cambios tecnológicos y las nuevas necesidades sociales'.

Nuestros barrios y ciudades, explica en su artículo Joaquim Coll, disponen de unos equipamientos bibliotecarios cuyo origen se remonta a las bibliotecas populares que puso en marcha la Mancomunitat de Catalunya en 1914. El año siguiente, la dictadura de Primo de Rivera disolvió la entidad que unía las cuatro diputaciones provinciales.

Pero no acudiré más a la historia. Lo que quiero, ahora, es recordar que, cuando yo era joven, encontré en la Biblioteca de Catalunya un gran ayuda para encontrar información sobre las poblaciones catalanas cuando me proponía a conocer el país.

Después lo conocí un poco más cuando me decidí a recorrer el país en una serie de viajes a pie. Naturalmente, aprendí lo que los libros no pueden explicar. Las vivencias nacidas de hacer camino, de llegar a los pueblos a pie. El descubrimiento de la vida física, si se puede decir así, y de las vidas humanas.