CONTRAPUNTO

Muy autónomos y poco independientes

Dolors Bassa, este lunes en el Parlament.

Dolors Bassa, este lunes en el Parlament. / periodico

SALVADOR SABRIÀ

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Resulta que Catalunya es una de las zonas de Europa que tiene uno de los mayores porcentajes de trabajadores autónomos. A primera vista podría pensarse que esta circunstancia responde al llamado espíritu emprendedor, a la voluntad de tirar adelante por cuenta propia, a la gran capacidad de iniciativa. Cuando se entra al detalle, el dibujo es mucho más triste. De hecho se trata de otro modelo de lo que podría llamarse nueva explotación laboral o recorte de derechos. Porque lo que sucede es que buena parte del más de medio millón de autónomos que hay en Catalunya lo son solo a la hora de cotizar, sin los mismos derechos laborales que el personal que realiza la misma labor que ellos en la plantilla de una empresa. En definitiva, que se trata de "falsos autónomos", trabajadores a los que la compañía en la que estaban empleados los ha forzado a plantarse por su cuenta, para ahorrarse así muchos costes salariales.

El Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya (CTESC) ha realizado un estudio Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya CTESCpara cuantificar y valorar este tipo de empleo en Catalunya y su conclusión de que esconde mucha parte de fraude a los trabajadores ha hecho que la Generalitat se comprometa a incrementar las inspecciones y la persecución de las empresas que apliquen este sistema de rebaja de costes. Aunque, a pesar de las buenas intenciones expresadas por la 'consellera' del ramo, Dolors Bassa, de momento han tenido poco éxito a la vista de los datos.

No se trata solo de un caso catalán. La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) calcula que hay unos 300.000 autónomos dependientes (que solo fabrican o dan servicios para una empresa) que trabajan a diario en España sin ningún tipo de protección. El Gobierno de turno creó la figura del contrato de autónomo dependiente, que incrementa los derechos de este tipo de trabajadores, pero actualmente solo hay registrados 10.000.

Es una de las tantas trampas que esconde el milagro de la reducción histórica del desempleo en España en los últimos años. Otra causa es el uso cada vez más extendido de los contratos temporales para realizar actividades habituales, con el objetivo de evitar el pago de los fines de semana, por ejemplo, o las vacaciones. Hay miles de contratos que duran menos de una semana. En Catalunya, en el 2016 se realizaron entre enero y diciembre casi tres millones de contratos. De estos, solo 376.000 fueron indefinidos y del resto de temporales, más de un millón tuvieron una duración inferior a un mes. Dicho de otro modo, uno de cada tres contratos del 2016 duró menos de un mes. Si a estos datos se les suman suman los de los falsos autónomos, la conclusión es que, si no se actúa, se está consolidando, pese a la recuperación, un mercado laboral cada vez más precario y con menos derechos.