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Auge del holograma

Holograma de María Callas

Holograma de María Callas

Ramón de España

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Llevamos cierto tiempo dándole vueltas al tema de los hologramas, fabulando sobre su posible evolución y perfeccionamiento. Hará cosa de un par de años, una compañía estadounidense aseguraba haber fabricado los de la actriz Marilyn Monroe y el pionero del rock Buddy Holly, a los que seguirían, anunciaban, nuevos personajes históricos. La cosa no debió acabar de funcionar, ya que nunca hubo un concierto de Buddy Holly ni una aparición pública de Marilyn, admirables difuntos de cuyas réplicas nunca más se supo.

Hace unos días, otra compañía anunció tener listos para el escenario a María Callas y Roy OrbisonMaría CallasRoy Orbison -el creador de 'Pretty woman', a quien David Lynch devolvió al candelero cuando incluyó su canción 'In dreams' en su película 'Blue velvet'-, de quien se ha anunciado ya un concierto para dentro de no mucho tiempo.

Aparte de la resurrección de estrellas fallecidas, uno cree que los hologramas, convenientemente perfeccionados -tres dimensiones y, a ser posible, unos genitales virtuales-, podrían ser de gran utilidad para el común de los mortales. Pensemos en el viudo inconsolable que recuperaría a su mujer en la flor de la edad, manteniéndose así hasta que él la diñara. O en el fan de Uma Thurman, que podría convivir con una réplica de su ídolo.

Dirán los cenizos que estas cosas nos alejan de la vida real, y no lo niego, pero podrían mejorar la existencia privada de muchísima gente. Y en el caso de los hologramas de personas vivas, éstas podrían sacarse una pasta en royalties: lo que haga con ellas el usuario no les afectaría en lo más mínimo.

Un buen holograma podría, sin ir más lejos, alegrar la vida de Carles Puigdemont, al que permitiría ser investido 'president' de manera casi presencial sin moverse de Bruselas. En este caso, además, no haría falta un modelo especialmente sofisticado: bastaría con que, al estilo de las muñecas de Famosa, contara con cuatro exabruptos contra España y con la prestación de cantar 'Els segadors'.