PECCATA MINUTA

Boca a boca

El 'Desunido Reino' del 'brexit' acaba de elevar al viceministro de Exteriores Tobias Ellwood a la condición de héroe por el humanísimo hecho de asistir al policía apuñalado en el atentado de Londres

zentauroepp37773031 conservative member of parliament tobias ellwood  centre  he170322191658

zentauroepp37773031 conservative member of parliament tobias ellwood centre he170322191658 / periodico

JOAN OLLÉ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A un tal Khalid Masood, un 'british' cincuentón nacido en el condado de Kent y vecino de Birmingham, el miércoles no se le ocurrió mejor cosa que desplazarse hasta Londres, y, ya en la capital, abalanzarse con su coche de alquiler sobre algunos paseantes que cruzaban el puente de Westminster para, luego, como chimpún, apuñalar a un 'bobby' antes de ser abatido por otro policía. El Estado Islámico se atribuyó de inmediato el estúpido atentado: como decimos aquí 'del porc tot s'aprofita', aunque su estricta religión les impida catarlo.

Comparada con las Twin Towers, Atocha, Bataclan o Niza, la sangrienta proeza de Masood, resulta casi gilipollas, de aficionados, 'low cost'... Lástima que en su empeño por aterrizar en alfombra voladora 'first class' en el cielo de Mahoma, Alá y Bin Laden –que premiarán sin duda su heroicidad con cuscús a gogó y eterna danza del vientre– dejase por el camino tres vidas, una de ellas una mujer «de origen gallego», como destaca, entre orgullosa y mártir, alguna prensa española.

Y ante tanto dolor sin fronteras uno se pregunta: ¿qué coño tiene que ver que los antepasados de esta dama comiesen pulpo a feira o 'plumcake'? ¿O tal vez Khalid la atropelló para vengarse de sus ancestros, tal vez parientes lejanos de Franco, Fraga, Fidel o el multimillonario Ortega, alias señor Zara?

REPERCUSIÓN PLANETARIA

Si para el peor islam el tal Khalid pasará por méritos propios a engrosar con honores la nómina de sus semidioses suicido-homicidas, también el 'Desunido Reino' del 'brexit' acaba de elevar a uno de los suyos, al viceministro de Exteriores Tobias Ellwood a la condición de héroe por el humanísimo hecho de asistir al policía apuñalado, intentar reanimar su corazón, mancharse su tweed de sangre, ¡e incluso practicarle el boca a boca!, como destacaron los medios de comunicación al unísono, dejando en un discreto segundo plano a los anónimos asesinados, tristes figurantes de la historia.

¿Hubiera tenido tamaña repercusión planetaria los primeros auxilios a un agonizante si estos hubieran sido practicados por un médico, enfermero, bombero o vigilante de playas o piscinas que pasase por allí? ¿Tan mal anda la clase política que cuando uno de sus miembros se limita a comportarse como un ser humano ante otro ser humano pasa a ser una gloriosa excepcionalidad que reclama titulares de primera plana? ¿O acaso –dirá alguien– el avispado parlamentario se arremangó, arrodilló, ensangrentó y juntó sus labios en un último beso a los de un moribundo porque había cámaras rondando por allí? 'Chi lo sa'... aunque servidor desee fervientemente que ningún canalla de turno proponga esta bellísima imagen como candidata al Pulitzer.