LA CLAVE

Asco

¿Cómo ha sido posible una sentencia como la de 'la Manada'?

Protesta en Valencia contra la sentencia de La Manada.

Protesta en Valencia contra la sentencia de La Manada. / .43089128

ALBERT SÁEZ

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Mi propósito era escribir de política. Pero hoy no hay asunto más político del que hablar que la sentencia de la violación de 'la Manada' en Pamplona. No la he leído porque confío plenamente en las opiniones de los expertos que recibo desde el mediodía del jueves. No la he leído porque me produce asco sin leerla, no sé qué me pasaría si lo hiciera. No la he leído porque si pretendiera entenderla tendría que leer el voto particular que la explica y la interpreta. No la he leído, simplemente porque no pretendo entenderla puesto que es incomprensible. Llegados a este punto solo nos queda entender cómo ha sido posible esa sentencia. Y las causas, como siempre, son complejas.

Los semióticos, tan desprestigiados ellos, crearon en su momento el concepto de "subtexto". Se trata de los valores, las ideas, los marcos mentales previos que nos permiten entender las palabras, los textos. Pues bien el subtexto de la sentencia es evidente si observamos lo que dice el voto particular. Es esa frase de barra de bar, de cuartel, de sacristía pero también de consejos de administración, cuando los hombres nos quedamos solos: "Es que van por ahí provocando". Es como si en un caso de robo o de hurto o del subtexto fuera que la víctima hizo ostentación de sus propiedades. 

Para explicar cómo ha llegado esta sentencia debemos ayudarnos también del contexto. España es hoy una sociedad fracturada. A la tradicional fractura ideológica (las dos Españas) se le suma, como en los años 30 aunque con menor virulencia, una fractura económica a las que se les superponen dos más: la territorial y la generacional. Eso explica los cientos de miles de personas que salieron a la calle tras la sentencia. Los discrepantes se sienten mayoría, porque lo son o porque viven en burbujas digitales donde creen que lo son pero que les permiten organizarse y compartir conocimiento alternativo al oficial. No hay clase media económicaNo hay centro político. No hay pacto de convivencia entre la generación que vive en la España del voto particular de la sentencia y la que se manifestó cargada de asco. La España minoritaria del "a por ellos" solo ha cambiado de género, en este caso, ante la pasividad de las instituciones del Estado.