MIRADOR

Jack vuelve a casa

Hace escasos meses se ha publicado aquí la novela que inspiró el gran 'thriller' británico 'Get Carter', libro tan bueno como el largometraje

Michael Caine, en un fotograma de 'Asesino implacable (Get Carter)'.

Michael Caine, en un fotograma de 'Asesino implacable (Get Carter)'. / periodico

Ramón de España

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Mike Hodges rodó en 1971 uno de los mejores 'thrillers' británicos de todos los tiempos, 'Get Carter', que aquí se estrenó como 'Asesino implacable' y pasó totalmente desapercibido, aunque actualmente goce del estatus de película de culto. La protagonizaba un joven Michael Caine y se basaba en una novela que no se ha publicado en España hasta hace escasos meses, por cortesía de la pequeña editorial barcelonesa Al Margen, a la que también debemos varias obras de Edward Bunker, aquel presidiario reciclado en escritor que formó parte de los 'Reservoir dogs' de Quentin Tarantino en un pequeño papel. La novela, publicada en 1970, se titula 'Jack's return home', pero aquí se la ha rebautizado, sencillamente, como 'Carter' y se ha ilustrado la portada con una foto de Michael Caine en la película (que, por cierto, fue víctima de un 'remake' norteamericano el año 2000, protagonizado por Sylvester Stallone, lo más opuesto a Caine que se me ocurre, y que no vi, pues tengo la costumbre de no ver las pelis del amigo Sly: hay algo en su jeta que me saca de quicio de la manera más irracional; rarezas que tiene uno).

'Jack's return home' proporcionó fama y fortuna a su autor, Ted Lewis (Manchester, 1940–Londres, 1982), un tipo con talento que reventó muy joven por su exagerada afición al alcohol y del que pocos se acuerdan hoy en día. El personaje principal le dio para otras dos novelas, 'Jack Carter's law' (1974) y 'Jack Carter and the mafia pigeon' (1977), que no sé si serán traducidas o no; depende, supongo, de cómo funcione la primera. Ojalá alcance unas ventas decentes, ya que el libro es igual de bueno que el largometraje y muestra el mismo estilo seco, rápido y contundente. Lewis no estaba para florituras. Iba al grano. Nos quería contar la historia de un sicario que vuelve a su ciudad de provincias para el entierro de su hermano, fallecido en un supuesto accidente automovilístico, y que, al descubrir que a este lo ha quitado de en medio una chusma local relacionada con sus jefes de Londres, monta en cólera y decide a hacer justicia pase lo que pase, y eso es justo lo que hizo en menos de trescientas páginas y con muchos diálogos. Yo diría que el ambiente de brutalidad criminal del norte de Inglaterra le fue muy útil, años después, a David Peace para su 'Red Riding Quartet', reducido a trilogía en la excelente adaptación televisiva.

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