Ciencia

Carta a un científico adolescente

La investigación es un camino que no admite atajos y necesita una dedicación casi diaria, muchas veces de hormiguita

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Manel Esteller

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Apreciado amigo,

Te escribo en respuesta a tu carta en la que me preguntas por la carrera científica y sobre consejos de cómo llegar a ser un investigador. Te agradezco tus líneas y que hayas pensado en mí para darte respuestas, y más habiendo muchos otros que seguramente podrían dar explicaciones más sabias. Yo solo te diré lo que me sale del corazón, un órgano que pese a ejercer solo funciones de bombear la sangre usaremos como metáfora de los impulsos de nuestras neuronas durante muchos años. Considero que es la responsabilidad de todos los investigadores ayudar a la gente joven que empieza y formar una nueva generación de personas dedicadas a la investigación que será mejor que la nuestra y será un elemento básico de nuestro país. Lo haré de forma desordenada, ya que la entropía es invencible, a pesar de que gane alguna batalla de vez en cuando.

Lo más importante es conservar la ilusión. Estas ganas de hacer cosas de tus 15 o 16 años. El deseo de ir donde no ha ido nadie antes. Querer ser un explorador del conocimiento en las tierras ignotas de la Medicina, la Física, la Química, la Biología, la Matemática o cualquier otra disciplina que te apasione. Con esto tienes medio camino hecho. Te advierto de que te encontrarás obstáculos: la envidia, la mediocridad, la burocracia y la estrechez de miras de algunos. Sé generoso y comprende que de donde no hay no se puede sacar, y ayúdales a solucionar sus carencias. Lo importante es que nadie elimine el brillo de tus ojos cuando te enfrentas a un problema científico y encuentras la solución. Entre mis mejores momentos de vida, aparte de la familia, amigos y alguna alegría del fútbol, está el saber que algún hallazgo del laboratorio está siendo aplicado para mejorar la vida de las personas. La investigación es un trabajo genial. Una tarea que no acaba en ti, sino que se prolonga más allá y puede llegar a ser beneficiosa para todos.

Dedicación a fondo

El trabajar duro por tu sueño es una realidad. De igual manera que casi ninguna enfermedad se cura sola, tendrás que poner los codos y estudiar duro y trabajar mucho. Es improbable que te hagan llegar unas instrucciones de cómo curar el alzhéimer o cómo inventar un ordenador cuántico. Tienes que estar preparado y dedicarte a fondo. Entre la leyenda y el mito, si la manzana que le cayó a Newton, hubiera aterrizado sobre una cabeza nada receptora ni con una base sólida solo hubiera provocado un bulto y no la teoría de la gravedad. El pobre Arquímedes solo hubiera recibido recriminaciones por haber llenado de agua el suelo del baño, si sus aprendizajes previos no le hubieran preparado para captar el momento, entender el fenómeno de su principio y gritar: "¡Eureka!".

La investigación es un camino que no admite atajos y necesita una dedicación casi diaria, muchas veces de hormiguita, con pequeños avances que después de años pueden originar un descubrimiento suficientemente importante para que sea reconocido. Me gusta explicar la metáfora de que cada semana se pierden o ganan puntos en la jornada correspondiente de la Liga, que solo se consigue al finalizar la temporada. Cambiar formándote por favor, cuanto más sepas más preparado estarás para enfrentarte a los retos y problemas que seguro te encontrarás.

Aunque seas
un cirujano

ultrahábil, no desprecies al cirujano que trabaja con
una mosca

No pierdas nunca la curiosidad. Un día, unos primates tatarabuelos nuestros bajaron de los árboles, se levantaron de pie, liberaron sus manos y comenzaron a utilizar herramientas. Y así hasta ahora. Aunque te apasione la genética, no te olvides de la informática y tu búsqueda será más rica. Aunque seas un cirujano ultrahábil no desprecies al biólogo que trabaja con una mosca. Enriquece hacerte con el conocimiento de otras disciplinas y úsalas en tu propia investigación. Los equipos de investigación de hoy en día son multidisciplinares y es la única forma de abordar problemas extraordinariamente complejos como algunos tumores hoy incurables, el estallido de las enfermedades neurodegenerativas, la impotencia ante ciertas enfermedades minoritarias que afectan a los niños o la lucha para desarrollar un sistema de alimentación humano sostenible en un contexto de detener la creciente contaminación del planeta. ¡Y no te hablo de la vital exploración espacial porque me embalo demasiado! Por favor, no dejes nunca de ser aquel niño curioso que fuiste.

Te dejo, agradeciendo de nuevo tu interés. Como ves, la trayectoria para ser un buen investigador no está claramente marcada por un camino de baldosas amarillas, pero si tienes corazón, cerebro y eres valiente, lo serás. Tanto en Kansas como Barcelona, Badalona, Girona, Tarragona, Lleida o donde tus ágiles pies te lleven.