MIRADOR

¿Cómo renegar personalmente de lo que te define artísticamente?

Greta Gerwig, en Los Ángeles, el pasado 13 de enero, en los premios de la crítica

Greta Gerwig, en Los Ángeles, el pasado 13 de enero, en los premios de la crítica / periodico

Desirée de Fez

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La actriz y directora Greta Gerwig ha anunciado que no volverá a trabajar con Woody Allen Woody Allen y que, de haber sabido lo que sabe ahora (en alusión a los artículos de Dylan Farrow, hija adoptiva del cineasta, en 'The New York Times' y en 'Los Angeles Times'), nunca lo habría hecho: "Crecí con sus películas, que me han formado como artista, y eso es algo que no puedo cambiar, pero sí puedo tomar decisiones diferentes de ahora en adelante".

¿Por qué mi mirada se vuelve inquisidora con la obra de autores que han hecho cosas horribles y hago la vista gorda con la de otros igual de mezquinos?

¿Cómo renegar personalmente de lo que te define artísticamente? Supongo que como a todos, las terribles revelaciones de los últimos meses y reacciones como la de Gerwig han hecho que estos días no deje de darle vueltas a un tema sobre el que se está escribiendo mucho: ¿hay que separar artista y obra? Yo, sinceramente, no lo tengo claro. Leo todo lo que se publica, intento ver las cosas con perspectiva, me enfado si mis argumentos son solo emocionales y trato de entender todas las posturas. Me frustra compartir opiniones a favor y en contra. Y me agobia descubrirme selectiva: ¿por qué mi mirada, renovada por los acontecimientos de estos meses, se vuelve inquisidora con la obra de autores que han hecho cosas horribles y hago la vista gorda con la de otros igual de mezquinos?

Veo sombras terribles en obras de algunos indeseables y, a la vez, amo el cine de Polanski. Por esto último he abierto la columna con la declaración de Gerwig. Estos días, varios actores han manifestado su arrepentimiento por haber trabajado con Allen. De todos esos casos, el que más me ha hecho pensar es el de Gerwig. La adoro, y admiro su determinación en este asunto porque estoy segura de que, en su caso, renegar de Allen no debe haber sido fácil. Es una cineasta inmensa que no debe nada a nadie, pero es innegable la importancia de Allen en su obra, algo que ella misma reconoce. Gerwig es y siempre será Frances Ha, y ni ese personaje (coescrito por ella) ni esa película de Noah Baumbach ni el Noah Baumbach cineasta existirían sin Allen. ¿Cómo desprenderse de algo que tanto te define artísticamente? Debe de ser durísimo, debe de generar una sensación terrible de orfandad. Quizá por eso seamos selectivos.