IDEAS

Recuerdos únicos

Un profesor de matemáticas

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Albert Espinosa

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Artículo 599.  Tengo un amigo que siempre me dice que los recuerdos nos anclan a la vida, porque cuando recuerdas disfrutas, pero también comparas. Los primeros recuerdos son siempre agradables porque no aspiramos a nada. Pero cuanto más hacemos una misma cosa, más expectativas tenemos y acostumbramos a desilusionarnos al recordar experiencias similares.

Cuanto más hacemos una misma cosa, más expectativas tenemos y acostumbramos a desilusionarnos al recordar experiencias similares

Creo que contiene mucha verdad su teoría. Le pregunté por un recuerdo suyo propio que no tuviera comparación con nada. Y me habló de cuando daba con 20 años clases particulares de matemáticas a niños de 12 años. Y un día llegó un alumno que quería  clases de refuerzo, pero que a los dos días descubrió que en realidad no necesitaba ninguna ayuda con los números y eso era porque... Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana.

Tercer puesto: Mortal y rosa, de Francisco Umbral (Editorial Austral). Uno de esos ensayos sobre el dolor de la pérdida de tu propio hijo. Conmociona y supura dolor  hasta tu esófago.

Segundo lugar: Palabras sin música, escrito por Philip Glass (Malpaso Ediciones). Unas memorias que en realidad son un canto a la creación personal de este artista. Repleto de amor y fascinación por cualquier tipo de arte.

Primera posición: La ridícula idea de no volver a verte, escrito por Rosa Montero (Ediciones Seix Barral). Una soberbia disección sobre la vida de Marie Curie y cómo puede influir en tu propia vida y ayudar a superar tu dolor.

Y lo que descubrió mi amigo al cabo de los días es que aquel niño en realidad no venía por las clases de refuerzo sino porque quería hacerse amigo de su hermano mediano.  Aquellas clases no servían para mejorar las matemáticas sino para intentar conseguir una amistad durante el final de las clases particulares justo cuando se cruzaban. Ese era su recuerdo único.

Ah, por cierto, me contó que la treta funcionó: los dos chicos se hicieron grandes amigos. ¡Feliz domingo!