Virtualmente, claro

Una de las últimas noticias que nos llegan de Sant Esteve de les Roures nos hablan del hallazgo de un claustro románico con unos capiteles cincelados en alto relieve. Las escenas descritas son muy interesantes. En la primera, se ve a gente (por la indumentaria parecen del siglo XXI) haciendo cola e introduciendo una papeleta en una urna. En la segunda, unas milicias uniformadas (por la indumentaria parecen del siglo XXI o incluso de siglos futuros) protegen a un encapuchado que se lleva la urna. Y en la tercera, estas mismas milicias zurran, con porras de piedra, naturalmente, a los mismos personajes que, en la primera escena, estaban votando.

Los capiteles de Sant Esteve de les Roures son falsos, por supuesto. Como lo es el ayuntamiento y como lo son los bomberos, la universidad y el cuartel de la Guardia Civil del pueblo. Y también es falsa la delegación de Vox y la Asociación de Daltónicos, que propone manifestarse con banderas azules porque confunden los colores. Todo es mentira, como lo fue el atestado policial y aquella "brutal patada" espetada por un vecino del pueblo imaginario a un agente de la Benemérita.

No estaría mal un hermanamiento entre Tabarnia y Sant Esteve de les Roures. Los primeros se inventaron el nombre para un territorio falso; los segundos, se han apropiado con humor de la falsedad para inventar el resto. Un partido de fútbol amistoso quizá arreglaría las cosas. Virtualmente, claro.