La labor social de la Fundació Barça

'Més que un club' no es una frase hecha

La Fundación lleva a cabo programas sobre el terreno para dar apoyo psicosocial y favorecer la integración en las comunidades de acogida, específicamente en Grecia, Italia y el Líbano

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Jordi Cardoner

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Actualmente hay más de 65 millones de personas desplazadas en el mundo, de las cuales más de 22 millones son refugiados. La mitad de ellos son niños, que han tenido que abandonar sus hogares debido a los conflictos, la violencia y la persecución. En su huida, emprenden viajes peligrosos que, en muchos casos acaban con sus vidas. La actual crisis de refugiados y migrantes en Europa es la peor desde la Segunda Guerra Mundial. Precisamente por sus dimensiones humanas no se puede ignorar. En la Fundación Barça entendemos que todos nos definimos y construimos gracias a nuestra relación con los demás. Somos "más que un club" no es simplemente un eslogan. Nuestra verdadera razón de ser se encuentra en nuestros valores, pero no sólo en su anunciado, sino en cómo los llevamos a la práctica.

Desde el inicio del conflicto en Siria en 2011, los países vecinos han acogido un número progresivo de refugiados, casi 5,3 millones. Los niños y jóvenes son siempre los más vulnerables, sufriendo graves violaciones de sus derechos. Muchos de ellos han vivido situaciones traumáticas, han perdido sus referentes, la familia, los amigos y el entorno escolar.

Gracias a los programas sobre el terreno y a la metodología FutbolNet conseguimos utilizar el deporte como un agente de cambio

Desde la Fundación Barça llevamos a cabo programas sobre el terreno para dar apoyo psicosocial y favorecer la integración en las comunidades de acogida, específicamente en Grecia, Italia y el Líbano. Lo hacemos en colaboración con la Fundación Stavros Niarchos y con un equipo consolidado de profesionales. La fundación está impactando positivamente en el bienestar emocional de los niños y niñas afectados. Es gracias a los programas, y a la metodología FutbolNet, que hemos conseguido revertir esta situación, utilizando el deporte como agente de cambio. A menudo tenemos la sensación de que para los niños y niñas refugiados, trabajar los valores en el campo de juego, ha sido como mantenerlos alejados del miedo y la tristeza. Ahora han conseguido su propio espacio para poder hablar y expresarse libremente.

La acción solidaria es intrínseca a la filosofía del Barça. Hace casi 3 años el club, a través de la fundación, emprendió una iniciativa para apoyar a los refugiados. Este año conseguiremos más de 6 millones de euros para apoyar a los migrantes. No son palabras. Son hechos. En la Fundación Barça nos gustaría un mundo más justo, pero no lo podemos hacer en solitario. Las alianzas con la sociedad civil, las empresas, las fundaciones y las administraciones son esenciales para lograr este propósito. Cuando ponemos en común la experiencia y los recursos de diferentes instituciones, nos convertimos en un poderoso instrumento de desarrollo. Y no lo hacemos solos. Apoyamos a Open Arms y a Cruz Roja.

Siempre digo que ser del Barça es una forma de vida. Considero que la única manera de alcanzar el verdadero éxito es involucrarnos activamente en la búsqueda de la justicia social. Esta es nuestra filosofía. Somos parte de una sociedad que nos quiere y nos tiene como referente, tenemos la suerte de llegar a millones de personas. Por eso precisamente hemos adquirido el compromiso con la población refugiada, especialmente con los niños y niñas. Debemos acabar con los prejuicios y volver al terreno de la humanidad. Ignorarlos es olvidar quiénes somos, este es el ADN Barça.