Depuremos todas las cloacas

"Las fuerzas de seguridad (...) no pueden usar con fines políticos los instrumentos legales que tienen a su disposición, y mucho menos recurrir a la guerra sucia, para debilitar o destruir un proyecto político (...). Es la hora de la luz, los taquígrafos y la asunción de las responsabilidades (...): también para quienes diseñan y ejecutan operaciones con fines políticos sin reparos en prostituir la labor de la policía y la justicia." Este párrafo está extraído del editorial de EL PERIÓDICO del 17 de febrero del 2017, en el que denunciábamos las maniobras de "las cloacas del Estado a través de la denominada 'operación Cataluña'", orientadas a "combatir el auge del independentismo en Catalunya a través de la investigación  de casos de corrupción de CDC, sobre todo el 'caso Pujol'."

Otro tanto cabe decir hoy acerca del grupo secreto de los Mossos --Unidad Central de Respuesta Operativa (UCRO), según algunas fuentes-- centrada en controlar o espiar a políticos y otras personalidades, primordialmente de ideología "no afín al proceso independentista". Así se desprende de la documentación incautada a la policía catalana justo antes de que la intentara destruir en una incineradora del Besòs, cuyo inventario, en poder de la Audiencia Nacional, ha desvelado este diario.

'POLICÍA PATRIÓTICA'

Las actuaciones no judicializadas --e ilegales-- que se han documentado constituyen un escándalo de enormes proporciones: identificación de políticos asistentes a una manifestación de Societat Civil Catalana, dosieres sobre políticos constitucionalistas, intercepción de las conversaciones de un eurodiputado del PDECat, vigilancia de guardias civiles y policías, tenencia del censo de socios de la ANC, planes para piratear bases de datos oficiales legalmente protegidas...

La supuesta creación de una 'policía patriótica' en Catalunya, análoga a la que anidó en el Ministerio del Interior, exige depurar responsabilidades penales, en los juzgados, y políticas, en el Parlament. Quienes tanto se rasgaron las vestiduras con las cloacas del Estado, y con razón, deberían ser los primeros en depurar tales conductas en los Mossos.