El teatro reunido del centenario Arthur Miller

El 17 de octubre de 1915 nació en Connectiut (EEUU) el dramaturgo Arthur Miller. Los cien años exactos de este nacimiento se cumplieron hace apenas tres semanas. Estamos, pues, en año de centenario Miller, una celebración que se prolongará hasta bien entrado 2016.

Las obras de Arthur Miller no han dejado de estar presentes en todo tipo de escenarios. La muerte de un viajante, en concreto, aparece siempre en esas listas a las que tan aficionados son los internautas, ocupando el primer o segundo lugar de entre las más representadas all over the world. Y a razonable distancia, pero muy presentes también, Todos eran mis hijos, Panorama desde el puente, Las brujas de Salem y Después de la caída. Los buenos aficionados al teatro que leen esta columna tienen en su recuerdo memorables representaciones de estas funciones y de los actores que se pusieron en la piel de Willy Loman, por ejemplo -ese hombre que «trataba de dejar su nombre escrito en un cubito de hielo en un caluroso día del mes de julio»-, desde Carlos Lemos, que fue quien primero lo encarnó en España, en1952, hasta José María Rodero (que interpretó al viajante en un Estudio 1 de TVE en 1972), José Luis López Vázquez (1985), José Sacristán (2001) y, ya más recientemente, en el 2009, Jordi Boixaderas, en el montaje que se vio en el Teatre Lliure firmado por Mario Gas.

En Barcelona

El centenario de Miller no pasará de largo por Barcelona. Tres funciones suyas se verán aquí en los próximos meses: Panorama desde el puente, Las brujas de Salem y El precio, todas ellas con equipo y reparto de campanillas. Pero para quienes, impacientes, no quieran esperar a esos estrenos, les recomiendo sumergirse ahora mismo en la lectura del Teatro reunido que acaba de publicar Tusquets Editores, un volumen que reúne, precisamente, las cinco obrasde Arthur Miller mencionadas más arriba. Es de agradecer esa publicación -Tusquets tiene en su catálogo otras muchas obras de Miller que complementan el tomo de ahora- en un país en el que la publicación de textos teatrales es escasa, por no decir mínima, por no decir inexistente, por no decir desaparecida, por no decir vergonzosa.

Leerse las cinco obras del tomo de Tusquets, buscar y visionar algunas de las mejores versiones de esas obras hechas para el cine y apartar ya el dinero para las entradas de las tres funciones que se verán en Barcelona puede ser una buena manera, si no la mejor, de acercarse a Miller en su centenario.