Agua con tóxico

Arsénico sin compasión

Es preocupante que las analíticas indiquen que muchas personas tienen un índice de esta sustancia química mucho más alto de lo normal

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CARLES SANS

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Decía Voltaire que solo son jóvenes los que se encuentran bien. Y será por eso que a cierta edad uno se esmera más que antes en estar sano para sentirse algo más joven. En ese trayecto, que para ser sinceros tiene bastante de huida, intento estar al día de tantas y tantas cosas que me benefician o me perjudican. Está claro que para cumplir minuciosamente lo que recomiendan la medicina tradicional y la integrativa, uno ha de vivir las 24 horas del día pendiente de un sinfín de precauciones, hábitos y actitudes que hacen de la vida un complicado prospecto cuyo objetivo es evitar enfermedades indeseadas, que no la muerte, que como sabemos es inevitable. Pero las sociedades, cuanto más avanzadas más se cuidan.

En ese empeño, he ido adquiriendo conocimientos de lo que me es beneficioso y lo que me es perjudicial. Y hace unos días, conversando con un profesional de la medicina integrativa, me reveló un dato muy llamativo, por no decir preocupante: después de haber sometido a varios de sus pacientes a un análisis específico de orina para detectar metales pesados en su cuerpo, resultó que la mayoría de ellos tenían un índice de arsénico mucho más alto de lo normal. Como todos sabemos, el arsénico es una sustancia tóxica que en dosis elevadas afecta a nuestro sistema inmune. Le pedí más información. Al parecer, existen dos tipos de arsénico que podemos ingerir: el orgánico, que se halla en varios alimentos y que en dosis bajas lo elimina el cuerpo, y el inorgánico, que se encuentra en la tierra y en el agua que la riega y que es dañino para la salud.

Es imprescindible que el usuario conozca ese dato, y que cada cual haga con él lo que quiera, pero está claro que es a través del agua como ingerimos el elemento químico, y que lo podemos evitar si la filtramos a través de un sistema de ósmosis inversa, un mecanismo que ya tienen bastantes hogares y que filtra el agua, pero al que hay que añadir un filtro específico para el arsénico, que hasta hace poco no existía.

Aquí lo dejo, pero insisto en que, según la fuente que me lo reveló, el dato es preocupante habida cuenta del alto número de personas afectadas.