EN CLAVE EUROPEA

La UE aparenta unidad para ganar tiempo

Federica Mogherini (derecha), alta representante de la UE para la política exterior, en una reunión entre gobiernos locales, regionales y la UE, en Roma, el 24 de marzo.

Federica Mogherini (derecha), alta representante de la UE para la política exterior, en una reunión entre gobiernos locales, regionales y la UE, en Roma, el 24 de marzo. / periodico

ELISEO OLIVERAS

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Los líderes de los Veintisiete buscan mostrar una apariencia de unidad en la cumbre de Roma del 60 aniversario de la creación de la Unión Europea (UE) para contrarrestar la imagen de descomposición creada por el 'brexit', la multiplicación de las desavenencias internas, el avance de los euroescépticos y la hostilidad exterior (Rusia, Administración de Trump). Pero este canto a la unidad, más aparente que real, difícilmente contribuirá a recuperar el perdido apoyo ciudadano.

Las complicadas discusiones y las amenazas de veto a la Declaración de Roma revelan cuan precaria es esa unidad europea. Los Veintisiete ni siquiera han intentado buscar un consenso sobre cuestiones clave como el futuro desarrollo de la UE, el reequilibrio de la unión monetaria, la revisión de la cuestionada política de austeridad, la solidaridad entre los países europeos ante la ola migratoria o la mera promesa de un nuevo pacto social europeo para corregir la creciente desigualdad, la precariedad laboral, el injusto reparto de la carga de los impuestos y el empeoramiento de las expectativas de la población.

Los líderes europeos hacen una lectura autocomplaciente de las elecciones en Holanda, porque se ha evitado la victoria del ultraderechista Partido por la Libertad de Geert Wilders y confían ahora en la victoria en Francia del exfinanciero Emmanuel Macron para cerrar el paso a la ultra Marine Le Pen. Pero soslayan que el partido de Wilders es la segunda fuerza del país y el fuerte aumento del voto del malestar  -Wilders, Verdes, socialistas radicales (SP), Mayores de 50, inmigrantes (Denk), euroescépticos (Forum Democrático) y la amalgama del Partido por los Animales-, que suman el 41,5% de los votos y 62 escaños, el doble que el primer ministro liberal Mark Rutte.

DEBACLE LABORISTA

Otro dato significativo es cómo la apuesta neoliberal ha llevado a los laboristas holandeses (PvdA) a la debacle: han perdido el 76% de sus escaños y han quedado reducidos a 9 diputados, por debajo de los 14 de los Verdes y los socialistas radicales (SP). Es revelador que una de las figuras laboristas holandesas sea el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que se ha distinguido por exigir recortes de pensiones, salarios y derechos sociales a otros estados y que acaba de acusar a los países del sur de la UE de "gastarse el dinero en alcohol y mujeres".

Tras 30 años de política neoliberal de recortes de derechos laborales y sociales, impulsada por la Comisión Europea, la UE se encuentra con una desigualdad social rampante, una clase media menguante y una masa creciente de personas con empleo pobres. El informe 'Desigualdades en ingresos y pautas de empleo en Europa antes y después de la gran recesión' de Carlos Vacas Soriano y Enrique Fernández Macías indica que las desigualdades han crecido después del 2008 en dos tercios de los países de la UE, incluidos Alemania, Suecia y Dinamarca. El informe también destaca que se ha reducido el tamaño de la clase media en la mayoría de los países de la UE, incluidos Alemania, Austria, Suecia y Dinamarca, donde ese proceso ya se inició antes de la crisis.

PRECARIEDAD LABORAL

Otra característica de la UE del siglo XXI es el disparo de los trabajadores pobres y la precariedad del empleo que se crea. El porcentaje de personas con empleo de más de 18 años e ingresos por debajo del umbral de pobreza llega al 7,5% del total en Francia, al 9,7% en Alemania, al 11,5% en Italia y al 13,1% en España, según Eurostat. La población con riesgo de pobreza se sitúa en el 17,7% en Francia, el 20% en Alemania, el 28,6% en España y el 28,7% en Italia.

Los datos oficiales muestran que el empleo que se crea en la UE es precario: el 87% de los nuevos contratos en Francia son temporales y el 70% tiene una duración de menos de un mes. En España, solo el 5,8% de los nuevos contratos del 2016 fueron de empleos fijos.

CONTRATOS A TIEMPO PARCIAL

Desde el 2013 al 2016 se han creado más contratos a tiempo parcial que a jornada completa en Austria, Dinamarca, Bélgica, Finlandia, Chipre y Letonia. Asimismo, esos contratos crecen más rápido que los de jornada completa en Holanda, Alemania, Francia, Italia y Grecia, señala el informe 'Tendencias del Trabajo en Europa', de la Confederación de Sindicatos Europeos.

En estas circunstancias, la mera reafirmación del statu quo que representa la Declaración de Roma, insistiendo en las reformas estructurales (recortes laborales y sociales) y solo vagas referencias a la Europa social, no va a cambiar el clima político europeo y parece destinada a ganar tiempo a la espera de que tras las elecciones de Francia y Alemania quizá pueda iniciarse en otoño el debate a fondo sobre el futuro de la UE.