Antonella y sus machitos

Messi, que vio la victoria de los suyos junto a su esposa, Thiago, Mateo y Ciro, quiere ahora una niña

Los jugadores del Barça celebran uno de los goles en La Rosaleda, en ausencia de Messi.

Los jugadores del Barça celebran uno de los goles en La Rosaleda, en ausencia de Messi. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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Suena bonito: "No me alcanza el cuerpo de todo el amor que les tengo", escribía Antonella Roccuzzo como pie de foto de una imagen que ya es histórica y que, simplemente, se podría titular perfectamente 'Antonella y sus cuatro pibes' o 'Antonella y sus machitos'.

Porque Antonella, además de amar desesperadamente a Lionel (Messi para todos), adora hasta la extenuación a ThiagoMateo (ese del que papá dice que es un mal bicho, perdón, peor, un hijo de…) y al recién nacido Ciro.

Y Antonella sabía que la jornada ideal para ponerse a parir, para tener a su tercer hijo, para paralizar a la familia Messi era esta, la jornada en la que el Barça, el líder, Messi&cia, debían visitar el campo del colista. Nunca antes, jamás, se había jugado un partido en el que la diferencia de puntos en la tabla de Liga entre los dos contendientes fuese de 56 puntos y, al acabar la noche, de 59.

Por eso Antonella hizo que Ciro viese la luz ayer, para que papá Messi viviese con la intensidad que se merece todo nacimiento y se quedase en la clínica protegiendo a los suyos mientras Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Alba, Rakitic, Busquets, Paulinho, Coutinho, Dembélé (¡ole Dembélé, ole!) y Suárez protegían al equipo, el liderato, el récord (ya son 36 partidos consecutivos de Liga sin perder, faltan solo dos –Athletic y Sevilla—para igualar el récord de 38 de la Real Sociedad) y le garantizaban un acercamiento a la gran cita de la Champions del miércoles (1-1 ante el Chelsea en la ida) al hombre que los convierte en casi invencibles, Lionel Andrés Messi Cuccittini, que así se llama D10S.

Eso sí, Leo sigue teniendo una deuda con mamá Antonella: le cuesta hacer niñas. Debería, dicen, echar mano del método Shettles, que parece ser infalible, pero que no explicaremos aquí porsiaca. Eso sí, Messi le dijo, hace unos días a TyC Sports TV que "seguiremos en busca de la niña". Y no hablaba de la Liga, no. Ni de la Copa, tampoco. Ni siquiera de la Champions. Hablaba de la hija que persigue, que quiere, que ansia.

PD: Jordi Alba hará bien en acudir a Montserrat y encenderle una vela a la Moreneta. La entrada descomunal, loca, asesina de Samu García por poco le deja sin Mundial.