¿Antes fachas o gilipollas?

Están de moda. ¿Los fachas americanos de Trump recalcitrantes se vuelven gilipollas, o se vuelven fachas tremebundos porque son gilipollas? ¿Qué es primero? ¿Cómo se llega a ser como el señor Mike Pence? Entrevistan a Pence, el vicepresidente de Trump. A la pregunta de si cree en la evolución de las especies, contesta que Dios hizo el cielo y la tierra. Cuando le vuelven a preguntar si eso supone negar la evolución de las especies y el darwinismo, contesta que él cree que Dios hizo el cielo y la tierra. Hay universidades americanas pretendidamente científicas que explican que, efectivamente, un dios nos creó y ese fue el origen de todo. No en clase de religión, sino en las de historia o antropología. Vamos, pequeños matices respecto a lo que los talibanes cuentan a sus gentes.

Cuando a este ser humano algún científico le dice que llevamos un 8% de neandertal en nuestro ADN y que descendemos de los chimpancés, se sulfura como un gorila. Negar la evolución de las especies es como negar la ley de la gravitación universal o el principio de Arquímedes. El Vaticano acepta el evolucionismo tras siglos de cerrazón.

Pence presidió el grupo del ala dura de la de la derecha del Comité de Estudios Republicanos. Repito, ala dura de la derecha de los republicanos. Vamos, que más a la derecha ya van con cucurucho. Pence consideró que George W. Bush era un rojo y le criticó por cubrir ciertos gastos medicinales a través del<strong> Medicare</strong>. A Obama le machacó a diario por su programa sanitario. Pence debe pensar que los estadounidenses que mueren sin asistencia médica van directamente al cielo donde se lo pasan de puta madre (Perdón, de putísima madre).

DE PENCE A BANNON

Como gobernador de Indiana recomendó que las empresas no contratasen a gais, porque cree que la homosexualidad es una enfermedad que debe curarse. Permitió en su estado que los comerciantes pudieran negarse a vender al colectivo LGBT por razones religiosas. Es antiabortista incluso en el caso de malformaciones genéticas agudas y obviamente es fanático de la pena de muerte y de las armas.

Luego está el que ha sido el jefe de campaña de Trump, Steve Bannon. Es el nuevo asesor del presidente. Algunos de sus 'vómitos': «el miedo es buena cosa», «no quiero que mis hijas vayan a la escuela con judíos, no me gustan los judíos», «¿preferirías que tu hija tuviese feminismo o cáncer?», «abolir la esclavitud fue una mala idea», «ninguna de las personas involucradas en la estafa del calentamiento global merecen la más mínima pizca de respeto».

Estos son los que consideran que los genes caucásicos hacen que los blancos sean, por naturaleza, más inteligentes, más morales y más trabajadores. ¿Antes fachas o gilipollas? Europa se asoma al abismo.