El turno

El año Darwin acabó hace un año

NAJAT
El Hachmi

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay indicios claros de la evolución de la humanidad: a pesar de la coyuntura económica actual, vivimos mucho mejor que nuestros antepasados, pensamos más en nosotros y nos analizamos, cambiamos la manera de relacionarnos con el mundo y con los otros y parece que seamos más propensos a la felicidad. Tecnológicamente no habíamos llegado nunca tan lejos y nuestro día a día se digitaliza de forma exponencial. Evolucionamos: mejoramos la forma de comunicarnos particular y colectivamente. Aparecen a cada instante nuevos inventos que nos facilitan la vida: el iPad, la Nespresso, la TDT, la alta definición, el cine 3D o la thermomix.

Hay indicios claros de la involución de la humanidad: la fluidez de la vida parece convertirse en crispación continua que aumenta la sensación de descontrol sobre la propia existencia, el acceso a la información se atomiza hasta generar millones de relatos posibles de la realidad, la libertad no es más que un espejismo para muchos individuos, los derechos de unos pocos cuestan la vida a unos cuantos situados en latitudes suficientemente alejadas como para no oír el llanto. La desgracia, la violencia y la pobreza parecen más presentes que nunca. Los adelantos tecnológicos nos convierten en dispersos de mentes disgregadas con la posibilidad de acceder a todo el saber que ha generado la humanidad, pero que, abrumados, decidimos no saber nada o quedarnos en la anécdota y el chisme. Dependientes absolutos de los gadgets, enganchados a las capsulitas de la cafetera, mareados por las imágenes que salen de la pantalla y sin saber qué poner en el robot de cocina, no queda más que coger el mando para explorar los 300.000 canales disponibles. Y en estas cierran uno, precisamente de los pocos que informaba siempre sin estridencias y con rigor.

Hay indicios de evolución de la humanidad, pero que CNN+ sea sustituido por Gran hermano 24h no es uno de ellos, precisamente. ¡Feliz año!