Al contrataque

Álvaro

Imagina que tu hijo no podía andar y ahora ya puede

Ana Pastor

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Álvaro va al encuentro de sus padres. Parece que su inmensa sonrisa y la sonora carcajada le han proporcionado la energía necesaria para dar el último paso. Ese impulso final que hará que su mano se pose sobre la de su padre y la de su madre que le esperan en el otro extremo de la sala. Ese último esfuerzo le ha servido para tener la mejor de las recompensas: un abrazo a tres. Padre, madre e hijo se funden en un bello amasijo de brazos y manos ante la emocionada mirada de su «otra familia» de la que ahora hablaremos.

Álvaro tiene 5 años y ha conseguido andar por primera vez hace solamente unos meses. Y lo ha hecho gracias al trabajo de un grupo de cinco investigadores españoles del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), que han estado dirigidos por Elena García Armada. Su «otra familia», este equipo de mujeres y hombres fantásticos, ha creado un<strong> exoesqueleto</strong>, algo así como un traje de superhéroe hecho de aluminio y titanio que sostiene en pie el pequeño cuerpo de Álvaro y que le permite andar gracias a los cinco motores que lleva instalados en cada pierna.

Es la primera vez en todo el mundo que se crea un prototipo como este que puede cambiar la vida de niños afectados por <strong>atrofia muscular espinal</strong>. Ahora mismo se calcula que en nuestro país hay unos 120.000 menores que están peleando contra enfermedades de este tipo.

Hasta aquí suena deliciosa la historia del pequeño Álvaro al que un grupo de gente estupenda le ha cosido su propia capa de 'Superman' para que pueda hacer volar sus sueños. Pero de los sueños uno suele despertar tarde o temprano. Y resulta que este grupo de gente estupenda, cuya obsesión es mejorar la calidad del día a día de los afectados por una enfermedad que no tiene cura, necesita impulsar un 'crowdfunding' para que su proyecto pueda tirar hacia adelante.

ALQUILER Y SUBVENCIÓN

Hasta ahora han podido hacer un prototipo que están utilizando varios niños como Álvaro. Pero la demanda es enorme. Han recibido peticiones de todo el mundo. Solamente la fabricación cuesta en torno a 50.000 euros. Aunque ellos quieren que las familias puedan disponerlo por un alquiler estimado de entre 500 y 800 euros si tienen suficientes posibilidades económicas, y al mismo tiempo facilitar subvenciones a todos aquellos que no puedan pagarlo.

Imagina que tu hijo no podía andar y ahora ya puede. Imagina ese abrazo a tres cuando por fin consigue dar sus primeros pasos. Imagina esa nueva familia que son investigadores y que representan lo mejor que tenemos en este país. Imagina que estas cosas aparecen en la campaña electoral. Imagina que la política está para mejorar la vida de la gente.