El epílogo

Alierta, Ballmer, Lara

ALBERT SÁEZ

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A principios del 2010, el presidente de Telefónica,César Alierta, rasgó las vestiduras de la opinión publicada amenazando a los buscadores de internet -léase Google- con cobrarles por el uso intensivo de las redes de comunicaciones. Hace una semana, el presidente de Microsoft,Steve Ballmer, le dio la razón aAliertay reconoció la legitimidad de cobrar a los buscadores. El jueves, en la presentación del Planeta, el patrón de la editorial,José Manuel Lara, pidió que la nueva ley de economía sostenible permita luchar de una vez por todas contra la piratería digital y proteger la propiedad intelectual también en internet. Se impone conectar las tres propuestas. La circulación de contenidos por la red beneficia actualmente, y por este orden, a los buscadores que cobran por la publicidad que pagan quienes los transitan; a los operadores de telecomunicaciones que cobran por el acceso; y en mucha menor medida a los productores de contenidos, ya sean editores o autores.

No es muy popular darle la razón a los aparentes poderosos contra los presuntos débiles. Por eso,Zapateroabortó en el borrador de la ley la propuesta de la ministraGonzález Sindede tratar a los piratas digitales como al resto de los ladrones: persiguiéndolos y encarcelándolos.

Robar no es compartir

El argumentario de los usuarios compulsivos de la red para frenar cualquier atisbo de legislación para proteger la propiedad intelectual digital al mismo nivel que la analógica se basa en defender que en internet se comparten las cosas. Es una filosofía muy respetable. Pero yo solo puedo compartir lo que es mío. Puedo compartir mi piso, pero no ocupar el del vecino compartiéndolo con mis amigos. Puedo pasar un auricular a un colega mientras suena una canción en mi iPod, pero no puedo cobrarle por hacerlo ni mucho menos poner anuncios entre canción y canción. De las múltiples acepciones y de las muchas circunstancias del término compartir no hay ninguna que lo equipare a robar. Es una falacia, y un mal negocio. Porque si todos comparten lo que no es suyo nadie se dedicará a crear.