Algunas preguntas incómodas

En Francia fabrican leyes exprés, ofrecen mítines en el Parlamento, proponen cambios constitucionales urgentes, cocinan futuras mordazas ciudadanas, recortes de derechos, bombardean Raqqa y Mariano Rajoy alaba la sensatez de Hollande. Seguimos sumidos en un show de incompetencia televisada. No es un problema de siglas, de culpar a la derecha o la izquierda; la torpeza contamina a todos. El objetivo de este histrionismo es evitar preguntas incómodas: ¿Quiénes son los responsables de que Francia no estuviera preparada? ¿Quiénes son los culpables de la falta de medios de la policía, los fiscales y los jueces? ¿Por qué Bélgica no interceptó la célula pese a tener controlados algunos de sus miembros?

El juez Marc Trévidic, que fue el magistrado responsable de contraterrorismo, advirtió este verano en una entrevista publicada en 'Paris-Match' de que el el Estado Islámico o Daesh preparaba un 11-S en Francia. Explicó entonces que el aparato antiterrorista del Estado era más permeable, débil e ineficiente que nunca debido a los recortes. ¿Han preguntado Hollande-Valls a la policía y a los jueces cuáles son sus necesidades materiales? No a los jefes nombrados por el Gobierno para que digan lo que desean escuchar, sino a los que se juegan la vida en los asaltos a nidos repletos de personas dispuestas a inmolarse.

Antes de aprobar leyes espectáculo habría que cumplir las actuales, mejorar la coordinación y cooperación entre las policías del espacio Schengen. ¿Por qué España no fue informada de que el líder del grupo, Abdelhamid Abaaoud, había salido de Siria? ¿Por qué Francia no tomó en serio las advertencias de Turquía sobre uno de los atacantes?

Cuatro días después de la tragedia de París, la Comisión Europea aprobó un mayor control de las armas que entran en la Unión procedentes de los Balcanes. Esta medida se propuso hace siete meses tras la matanza de 'Charlie Hebdo'. ¿Por qué tanta demora? Es significativo que las acciones de las principales empresas de armamento que cotizan en Wall Street subieran el lunes: si todo el mundo habla de guerra, el negocio parece seguro.

Siempre es mejor un John Le Carré sobre el terreno que un analista de la NSA frente a una pantalla de ordenador. Además de medios policiales y judiciales, hace falta información, no solo en Siria, sino aquí, en Europa. El Mi5 británico va a contratar 2.000 agentes. ¿Cuáles son planes del CNI español? Uno de los fallos descubiertos tras el 11-S y el 11-M era la falta de agentes que hablaran árabe, algo que se ha subsanado en parte. Hay que tener ojos y oídos en cada mezquita para detectar a los imanes incendiarios. En esta tarea deberíamos implicar a los musulmanes sensatos, que son la inmensa mayoría. Existe también un problema de equidad. ¿Por qué castigar a un imam que falta a las mujeres o a los homosexuales y no se hace nada contra un obispo incendiario como el de Alcalá?

Arabia Saudí

Hillary Clinton, aspirante demócrata a la presidencia de EEUU y exsecretaria de Estado, dijo el jueves que Arabia Saudí seguía siendo una de las mayores fuentes de financiación de los grupos terroristas. Clinton no es una radical, solo está bien informada. Esta es una de las claves para debilitar a Daesh y a todo el entramado salafista, fortísimo en las redes sociales. Si Riad es el exportador del mismo integrismo que defiende el Estado Islámico, que llegó a utilizar sus libros de texto para las escuelas de Raqqa, no puede tener el control de ningún centro de culto en Europa. Es incomprensible que España les venda munición y altas personalidades eméritas estén implicadas en mantener los lazos con un país tan poco fiable.

Carecemos de imanes formados en valores de la tolerancia religiosa. En Bélgica, la mayoría proceden de fuera. ¿Quién controla a los predicadores en Alemania? ¿Los alemanes o las autoridades religiosas turcas? El problema es serio y llevamos años mirando para otro lado. Falla la integración: los jóvenes musulmanes no tienen acceso a los mismos trabajos que los locales; se sienten discriminados, rechazados. En Europa hay racismo, lo vemos ahora en las disparatadas declaraciones sobre los refugiados.

Algunos han decidido enfrentar el radicalismo de Daesh con un radicalismo xenófobo. Se ha iniciado un concurso de majaderías entre los republicanos de EEUU, sean precandidatos o legisladores. La mayoría propone suspender la entrada de refugiados sirios pese a que los atacantes de París eran belgas y franceses. Los refugiados son víctimas de un régimen criminal, de grupos armados criminales y de nuestra incompetencia.

A Daesh (odian este acrónimo en árabe porque también significa “el que siembra la discordia”) le llamamos Estado Islámico, Califato, ISIS e ISIL. Como decía el diario 'Haaretz' es difícil que nos pongamos de acuerdo en combatir una organización si ni siquiera somos capaces de ponernos de acuerdo en su nombre.