Agente S&P, licencia para hacer quebrar

Si alguien quiere minimizar sus riesgos, que trabaje para una agencia de calificación. Las de noticias seleccionan y distribuyen masivamente las que asucriterio consideran más relevantes. Las principales en el mundo son cuatro, de modo que el grueso de nuestros periódicos va a ser coincidente gracias a sus aportaciones. Y así nuestra percepción de lo más relevante tenderá a converger gracias a su calificación.

Las agencias de calificación de riesgos políticos y sociales se llaman a sí mismas de inteligencia. Son secretas, manejan presupuestos secretos, intereses secretos y, si cometen ilegalidades, también el secreto las ampara.

Pero sin duda las mejores son las agencias de calificación del riesgo económico. Siendo privadas, son las que juzgan la solvencia de la deuda pública de los países que, después de salir al rescate de los privados, ahora se tienen que financiar por ellos a precios de mercado. Y hoy sabemos, gracias a un informe de la SEC, el regulador bursátil de Estados Unidos, equivalente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores española, que Standard & Poor's, Moody's y Fitch cometieron «fallos» a la hora de manejar los conflictos de interés y la metodología del análisis. ¿No está mal, no? La SEC, desde hace un año, tiene poder para supervisar a este tipo de agencias para evitar capítulos como los que llevaron al estallido de la última crisis financiera.

El informe afirma que estas agencias permitían a los empleados tener acciones de empresas, de modo que eso podía influir en cómo valoraban a sus competidores. Y más si encima se apoyaban en no seguir una metodología adecuada para elaborar sus influyentes análisis. Son juez y parte. Y nosotros, los lectores de su novela. ¿Se acuerdan de cuandoGadafi era amigo? ¿Y de cuando dejó de serlo? ¿Y de cuando Lehman Brothers tenía la calificación de máxima solvencia un día antes de caer? ¿Y de cuando nos preocupábamos de Etiopía en los 80? ¿Y de cuando dejamos de hacerlo? Son las agencias con licencia para mandar.