Aceptémoslo, lo hicimos mal

Edurne en Eurovisión

Edurne en Eurovisión / periodico

Manel Ferrer

Manel Ferrer

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Basta ya de seguir con nuestra propia mentira y creer que el fallo es ajeno y que nosotros lo petamos. Nuevamente quedamos de los últimos y sin ninguna duda, no fue ni de buen trozo una de las mejores actuaciones de Edurne, a lo que encima no le acompañó ni una buena escenografía, ni una buena letra y ni mucho menos, una buena composición.

Nos faltó arrancarnos, nos faltaron sonrisas y nos faltó creernos que estábamos en Eurovisión. En mi opinión, no era difícil lograr una buena posición debido a que el nivel de este año no era elevado en exceso y para colmo, lideró un estilo musical que no destacaba ni por su hiperactividad y tampoco por su ritmo frenético.

Siendo justos, también decir que no todo fue culpa de Edurne, porque los decorados, la puesta en escena y otros detalles no dependían de ella, pero si a estos le sumas la canción y sus movimientos en el escenario acaba saliendo lo que todos vimos con asombro.

Quedamos en veintiún decima posición, igualando el resultado que obtuvimos con Las Kétchup y su 'Blodymary' en 2006. Realmente, ¿queríamos destacar con Edurne? Ya no somos la gente quién elegimos a nuestro representante, ahora nos lo imponen y por si eso fuera poco, ya no elegimos ni la canción.

Una vez hecha esta selección nos dedicamos a idolatrar al representante, a vender humo y a invertir en una campaña que no tiene otra finalidad que agrandar la figura de la representante en cuestión y simular que nos importa algo lo que pase y el resultado que vamos a obtener en la noche más grande de la canción.

Personalmente, creo que Edurne es una buena artista y su estilo y carisma es el correcto, pero le falta apoyo y defender un tema que este a la altura de las circunstancias. No estamos en un festival de final de curso y tampoco en una verbena de verano de cualquier parte de nuestra geografía.

Creo que desaprovechamos la oportunidad que se nos brinda cada año para darnos a conocer a nivel europeo. No importa que Lara Siscar nos sorprendiera con un 'go tú', es lo de menos. Cantamos en Español porque ya que vamos, que lo entendamos nosotros, ¿no? Por favor. Abramos nuestro campo visual y vayamos más allá. 

Måns Zelmerlöw llevó a Suecia al estrellato y no me extraña. La coreografía era simple, pero los gráficos de diez, la imagen del chico excelente y un ritmo pegadizo.

Y si la gala nos supo a poco, luego tuvimos la suerte de ver el programa post Eurovisión con Igartiburu y las ex representantes españolas justificando la posición de Edurne, con los amiguismos entre países y diciéndole a la pobre chica que lo había hecho muy bien pero que el problema era del formato. Vamos a ser realistas y si queremos realmente ganar, busquemos la complicidad del público, consensuemos lo que hacemos y apostemos por ideas de verdad.