La rueda

Abran la nevera, 'consellers'

NAJAT EL HACHMI

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Muy honorablepresidentde la Generalitat, muy honorablesconsellersde Economia, Salut, Ensenyament y Benestar Social, hagan un favor a todos los niños empobrecidos de este país y abran las neveras de su casa. ¿Qué hay? ¿De todo, verdad? ¿Les apetece un poco de fruta? Ahora, con el calor, entra muy bien. ¿Un buen corte de melón? ¿De sandía roja? ¿Unos melocotones de agua frescos, dulces y chorreantes? ¿Y qué me dicen de las ensaladas? Tomates, lechugas, cebollas tiernas o pepinos. ¿Unas verduras salteadas con ajo? Espárragos, guisantes, acelgas. Un pescado a la plancha muy aromático, o un estofado, o unas chuletas de lomo rebozadas, o un pollo guisado. ¿Si se despiertan por la noche y les apetece un yogur, un alimento sano y muy bueno para su tránsito intestinal, un yogur normal sin azúcar ni nada, de marca blanca, verdad que lo pueden comer cuando quieran?

Pues todas estas son el tipo de cosas que estos niños de los que habla el Síndic de Greuges no pueden comer. Los productos frescos, la alimentación variada, poder elegir, son lujos de rico para ellos. Es cierto que hay pocos casos de desnutrición, pero tenemos niños que no pueden abrir la nevera porque en ella no hay nada salvo las aportaciones de los bancos de alimentos. Esto, los que tienen la suerte de conservar casa y nevera. ¿Creen que hago demagogia? Quizá sí, pero ustedes hacen una cosa mucho peor, que es negar un problema grave y no tomar medidas urgentes para solucionarlo. Mientras tanto, en las escuelas enseñarán la pirámide de alimentos y será como aquel viejo chiste: el Papa de Roma va a África y cuando ve a los niños con la barriga hinchada pregunta qué les pasa. «Es que no comen», le contestan. Él, apacible, se acerca a uno de los barrigudos y acariciándole la cabeza le dice: «¡Tenéis que comer, eh, tenéis que comer!».