Ideas

327 gramos de abandono

ALBERT ESPINOSA

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Artículo 449. El otro día me llegaron tres historias que se compaginaban. Por un lado un amigo me habló de 100 objetos que se dejaron abandonados en la Luna. Me explicó que hay desde naves, fotos de familia, pelotas de golf, plumas de aves, martillos y hasta unas 90 bolsas llenas de las necesidades de los astronautas… Él tiene la teoría que si un día otra especie llega a la Luna, no acabará de entender bien a la raza humana...

Yo creo que será justo lo contrario… Y es que mi segunda historia hablaba sobre un estudio que leí….  Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana.

Tercer puesto, Cuando me siento bien. Este tema de Efecto pasillo se ha convertido en mi canción del verano, tiene ese estribillo perfecto que te hace sentir pletórico.

Segundo lugar, la película Lilting. La increíble actuación de Ben Whishaw consigue sintetizar la desesperación por la pérdida absurda de una felicidad.

Primera posición, Mr. Manglehorn.  Al Pacino está estupendo en este filme y pienso que mucho tiene que ver con que la historia fluya sin buscar un gran final, sino tan solo mostrando una senda.

El estudio que leí hablaba sobre la cantidad de objetos que se dejan abandonados o se pierden en los hoteles después de unas vacaciones. Lo más típico que se abandona son libros, prendas de ropa con manchas y cremas para el sol. El estudio acababa cifrando el peso medio por cada turista en 327 gramos de abandono y 30 gramos de pérdidas.

Y la tercera historia contiene un dato científico que me contó un psicólogo. No sobre los objetos que abandonamos sino sobre los que perdemos. Han descubierto que el cerebro jamás deja de pensar en los objetos importantes que hemos perdido a lo largo de  nuestra vida. Una parte del cerebro sigue buscando esos objetos aunque ya, aparentemente, ni pensemos en ellos. Me entusiasma saber que en segundo plano nuestra cabeza jamás abandona la búsqueda de las cosas y seguramente de las personas que perdimos… ¡Feliz domingo!