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Aquí se hace yoga desnudo

Que te dejen con el culo al aire ya no es una práctica exclusiva de los bancos. En estas clases han hecho 'asanas' en pelotas 400 alumnos

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Ana Sánchez

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Eso de que te dejen con el culo al aire ya no es una práctica exclusiva de los bancos. Aquí se ejercita en formato literal. Esta es una clase de yoga en la que te ahorras el paso por el vestuario y la ropa 'fitness'. Los alumnos se desnudan al entrar por la puerta.

Googléalo: «Naked yoga», «nude yoga», «yoga desnudo». Fue «la práctica de moda» hace tres años. La hizo viral el estudio Bold & Naked. «Es algo que solo puede nacer en Nueva York», decían los gurús de tendencias. Pues no. Hacía ya tres años que se practicaba en Barcelona, mira tú. En internet se puede rastrear hasta los años setenta: el documental 'Naked yoga' fue nominado a los Oscar en el 75.

Alejandro Jorge, se llama el maestro yogui nudista. Tiene 45 años; lleva 15 en Barcelona pero no se le atenúa el acento argentino. Por sus clases de yoga desnudo han pasado 400 alumnos desde el 2011. Ya no mueve ni una ceja al escuchar comentarios. «Hay gente que dice muchas vulgaridades -asegura- o que no puede desconectar de lo sexual. '¿Y si se me pone dura?'. Lo que menos va a pasar es que te excites. No es un momento sexual, sino para estar a solas contigo mismo».

Hablar una hora con Alejandro debería convalidar al menos un máster de humanismo. Sus clases de 'hatha vinyasa' incluyen lecturas de filosofía yogui. «El yoga llega como una actividad de 'fitness', pero no es 'fitness' -se justifica él-. El yoga es un camino para conectar con lo profundo».

SOLO PARA HOMBRES

Su querencia a desnudarse empezó en una clase de moda. «Lo primero que dijo la maestra de Historia de la indumentaria fue: '¿Por qué nos vestimos? Para taparnos el cuerpo por los cristianos'», recuerda. «Yo soy bastante anticlerical, así que me despertó la inquietud». Y empezó a ir a playas nudistas. «Me di cuenta de que al estar desnudo, no pasaba nada. Que la desnudez desmitifica la desnudez». Después llegó la formación de yoga. «Y alguien puso una publicidad de 'yoga desnudo'». Nunca llegó a contactar con ese grupo, así que decidió montarlo él: Yoga Desnudo Barcelona. Los primeros que respondieron fueron hombres, recuerda. «Me decían que si eran solo hombres se sentirían más cómodos». No ha habido manera, dice, de montar un grupo femenino.

¿Ventajas de hacer yoga desnudo? «Te aporta liberación, aprendes a reconocer tu cuerpo tal cual es, a no sentir vergüenza», responde de carrerilla. ¿Y qué dicen los alumnos? «Que se sienten libres y cómodos». Y lo que te ahorras en lavadoras. Hay moraleja terapéutica: «Aprender a estar contento contigo mismo y con tu cuerpo».

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¡Cuidado? Al googlear «yoga desnudo» se cuelan webs porno. «Ah, ¿sí?», se sorprende Alejandro. «Hay toda una banalización de la desnudez», añade. Ha tenido algún alumno que ha venido en secreto sin que lo supiera su pareja. «No hay nada obsceno ni maquiavélico en nuestros cuerpos», insiste.

Mira bien la foto. Que sí, que Alejandro te puede sonar en pelotas. La primera vez que se desnudó en público fue en una orgía cinematográfica: hizo de figurante en 'El perfume' (2006) «Después de eso, todo te parece posible», se ríe. De hecho, después de eso él cambió de vida. Tenía 35 años. Ahora, aparte del yoga desnudo, da clases de yoga aéreo y acrobacias aéreas, es contador de cuentos y payaso