ensúciate las manos

Se lleva el barro

Una de las modalidades más solicitadas sigue siendo embarrarse ante un torno a lo 'Ghost'. En estos tres talleres de cerámica aprenderás que hacer un jarrón en la primera clase solo pasa en las películas

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Natàlia Queralt

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BONITOS POTTERY 

Calle del doctor Trueta, 174

"¡Mira mamá, un bonito!" Esto es lo que decía Otto, el hijo de cuatro años de la ceramista Cata Echegaray, cada vez que veía una pieza de cerámica. "Así que, al final, en casa terminamos sustituyendo la palabra 'cerámica' por 'bonito' y decidí llamar al taller: Bonitos Pottery". Cata Echegaray es ceramista, tiene 32 años y hace cuatro se quedó embarazada. La maternidad despertó su interés por el movimiento 'slow' y todo aquello que tenía que ver con la artesanía. "Estuve un año trabajando en un 'coworking', pero coincidieron dos encargos importantes: hacer la vajilla de dos restaurantes". Entonces decidió arriesgarse a abrir su propio taller en el Poblenou. "Me formé en arte, aunque la mayor parte de las horas que he invertido en el barro son de forma autodidacta". 

Bonitos Pottery funciona como espacio de 'coworking', donde se imparten talleres de iniciación a la cerámica con aperitivo y copa de vino los sábados. Además, todos los lunes por la mañana y por la tarde ofrecen clases donde los alumnos desarrollan sus proyectos. 


KANAY STUDIO

Calle de la Paloma, 15 

"La película 'Ghost' ha hecho mucho daño al gremio. Hay gente que quiere aprender torno y hacer un jarrón de ocho kilos en dos días". Lo afirma Katia Falcón, una peruana de 35 años que llegó hace una década a Barcelona para trabajar como informática. al ver que su profesión no le llenaba suficiente, se apuntó a la escuela El Torn, su primera aproximación al barro. "De forma casi accidental, descubrí mi pasión y he terminado por convertirla en mi profesión", explica. 

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Hace dos años abrió Kanay Studio –palabra que en lengua quechua se relaciona con el fuego– en el Raval, donde encontró el taller ideal: en una esquina y con dos ventanales para trabajar con una magnífica luz natural. "Si fuera por mí, no esmaltaría mis piezas: cuanto más orgánicas y minimalistas, mejor". En Kanay Studio, la ceramista imparte clases de modelado y de torno de lunes a jueves por las mañanas y por las tardes. Algunos fines de semana también organiza 'workshops' monográficos sobre esmaltado, moldes o engobes. 


LITTLE STUDIO CERAMICS

Calle de Massens, 41

"Hubo una temporada en que todo el mundo se apuntaba al gimnasio. Ahora la gente necesita hacer cosas con las manos y, para modelar barro, no hace falta ser un gurú de la cerámica", asegura Claudia Capaccio, la ceramista que se encuentra al frente de Little Studio Ceramics, un pequeño templo del barro en Gràcia. "La cerámica te vuelve a conectar contigo mismo, quizás esto es lo que nos falta hoy en día". 

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Esta italiana licenciada en la Academia de Bellas Artes de Milán, se mudó a Barcelona en 1999 y, hace un año, decidió abrir su propio taller, que comparte con tres compañeros más. Junto con otra ceramista, imparten talleres de forma regular, como las clases de modelado y decoración para niños, que triunfan entre los más pequeños. Aparte de las 'workshops' de modelado y las clases de nivel avanzado, también ofrecen la posibilidad de asistir a talleres individuales o en pareja para dar los primeros pasos en el torno tipo 'Ghost'. Que, de hecho, es una de las modalidades más solicitadas. 

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