Viste una prenda con alma

¿Es posible capturar la esencia de la tradición japonesa en apenas 28 metros cuadrados? Laura Maraver nos demuestra que sí al transportarnos a la tranquilidad y pulcritud de los talleres de 'kitsuke' (cómo vestir el quimono) y 'wasai' (confeccionarlo). Imparte cursos en un pequeño espacio situado en el barrio de Sants. 

Te sentirás como uno de los protagonistas de las películas de animación japonesa del Studio Ghibli gracias a los acordes suaves de sus bandas sonoras, que flotan en el ambiente. Sobre el tatami: una bandeja con té verde frío y los 'yukatas' –la versión veraniega del quimono hecha de algodón en lugar de seda– pulcramente doblados. "Kyowa yoroshiku onegaishimasu", pronuncia Laura mientras hace una reverencia, que imitan sus tres alumnas habituales. Es el saludo que da comienzo a las clases 'kitsuke' –en este caso es de nivel medio– y que significa: "Vamos a pasar un buen rato y a esforzarnos". 

La pasión de Laura por los quimonos le llevó a pasar dos años en Japón empapándose del conocimiento de expertos para después crear Minna no Kimono. "El estudio del 'kitsuke' te ayuda a ser una persona más ordenada y respetuosa –explica Laura–. No es solo una forma de vestir, es una filosofía de vida. En Japón creen que los objetos y los animales tienen alma y hay que tratarlos con respeto. En el caso de una prenda tan especial como el quimono está muy mal visto tirarlo, así que se suele regalar, y eso implica que acumula historias y vivencias", remarca. 

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Las alumnas lo saben y por eso desdoblan con sumo cuidado los 'yukatas'. "Lo que hace especial un quimono es su conexión con la naturaleza, presente en los estampados y los colores de las telas", explica señalando los crisantemos, propios del verano, que luce su 'yukata'. 

Las aprendices de 'kitsuke', María, Laura y Ariadna, se posicionan delante de dos espejos y empiezan a vestirse bajo la atenta mirada de la profesora, que solo interviene cuando necesitan ayuda. A ellas no les hace falta una guía paso a paso, ya están acostumbradas a vestir esta prenda en cenas y también en los festivales y eventos donde se reúne la comunidad de amantas de la cultura japonesa. 

Pasados 25 minutos, la última pieza que queda es el 'obi' (cinturón), que se ubica en la espalda formando un bonito lazo. cuando la 'sensei' se ha asegurado de que todo está perfectamente colocado, les indica que se desvistan y vuelvan a empezar. "Buscamos pulir la técnica y agilizar el proceso para que puedan vestirse en 10 minutos y para eso la repetición es lo mejor", comenta, mientras ellas deshacen con parsimonia todo el trabajo. 

"LA POLICÍA DEL QUIMONO"

Cada detalle importa cuando se trata de vestir el quimono. En Japón, algunas personas llevan esto al extremo: se las conoce como la "policía del quimono". "Son señoras mayores que han aprendido 'kitsuke' y se dedican a señalar los errores en la forma de vestir el quimono de personas que no conocen", explica una de las alumnas. 

A pesar de eso, ninguna de ellas ha tenido que enfrentarse con estas peculiares señoras. "Los japoneses dicen que la gente es más amable cuando llevas quimono, y es verdad. Ellos no lo visten habitualmente, pero cuando ven a un extranjero que lo lleva correctamente se sienten felices", comenta Laura. 

Si sientes curiosidad pero no tienes ni idea de cómo utilizar esta prenda, en Minna no Kimono encontrarás cursos para principiantes y ni siquiera hará falta que te compres uno, porque podrás elegir entre los quimonos que Laura tiene en la tienda. Y si al final te animas a entrar en el mundo del 'kitsuke', puedes alquilar un conjunto entero o compar solo una pieza. El 'haori' –la parte de arriba del quimono– es el que más triunfa porque se puede combinar perfectamente con unos tejanos y una camiseta. 

Después de visitar este pequeño espacio, ya no mirarás con los mismos ojos aquel supuesto quimono que compraste en alguna de las tiendas de Amancio Ortega.