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Autobuses que van con la corriente

A bordo del River Bus se puede ir en 15 minutos de la City tradicional, en Blackfriars, hasta el nuevo barrio de los negocios, en Canary Wharf

Londres: autobuses que van con la corriente del río Támesis

Londres: autobuses que van con la corriente del río Támesis / periodico

Begoña Arce

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Si un día, cargado de bolsas o tarde para una cita, sucumbes a la tentación de tomar un taxi en el centro de Londres, pagarás caro el error. El taxímetro galopa, el vehículo apenas se mueve. Los autobuses en fila, como una gran lombriz roja en el carril especial por el que circulan, sufren la misma parálisis. La saturación de tráfico en la capital británica es agobiante y tóxica.

Tanto o más que otras muchas urbes, pero aquí ni siquiera la tasa especial a pagar para entrar en la ciudad ha aliviado los embotellamientos. Es cierto que el uso de la bici va en aumento, pero sigue siendo una alternativa minoritaria y en algunos puntos negros, arriesgada.

Londres tiene, sin embargo, algo de lo que carecen otros lugares: el Támesis. Durante mucho tiempo, los londinenses vivieron de espaldas a un río que es parte de su identidad y su historia. Una corriente que sube y baja al vaivén de las mareas y cruza la ciudad de oeste a este. Hace tiempo fue parte vital del comercio del imperio británico. Luego llegó la gran decadencia de su zona portuaria.

DÉCADAS DE ABANDONO

Tras décadas de abandono, los viejos almacenes vacíos y los muelles podridos han ido desapareciendo. En ambas orillas se elevan ahora miles de viviendas y oficinas de cristal y acero. El paisaje ribereño se ha transformado radicalmente, y también el uso de la vía fluvial como medio de transporte.

Cada día, en lugar de tomar el metro o el coche, entre 10.000 y 12.000 personas usan el River BusRiver Bus para ir al trabajo. Para los turistas es una forma excitante de acercarse a cualquiera de las dos Tate, al Palacio de Westminster, al London Eye o al London Bridge. La apuesta fluvial, aunque pequeña aún, no para de crecer.

INVERSIÓN DE 7 MILLONES DE EUROS

Cuando la compañía Thames Clippers comenzó a funcionar con una sola embarcación en 1999, la cifra de viajeros era de 80 al día. Hoy hay una flota de seis catamaranes que se ampliará con dos nuevas adquisiciones el año próximo. En la expansión se invertirán casi siete millones de euros.

El itinerario cuenta con 21 paradas, entre Putney, al oeste, y Woolwich Arsenal, al este. Existe el plan de prolongarlo y añadirle 11 puntos más de embarque porque la demanda es cada vez mayor. A bordo del River Bus, en poco más de un cuarto de hora se puede ir de la City tradicional, en Blackfriars, hasta el nuevo barrio de los negocios, en Canary Wharf, algo impensable en coche. Los ferris ultramodernos admiten a una decena de ciclistas con la bici puesta y a personas que se desplazan en silla de ruedas. Así que, el que no se embarca es porque no quiere.