Grafitis para todos en L'Aérosol de París

Un antiguo hangar de la compañía estatal del ferrocarril en el popular distrito 18 de la capital francesa se transforma en cuartel general del arte urbano. L'Aérosol es un enorme espacio cultural en movimiento que está abierto a todos los públicos y que dejará de existir en enero. 

En una ciudad acostumbrada a las estrecheces de sus bistrós abarrotados de mesas minúsculas, encontrar una terraza de 3.860 metros cuadrados para tomar una cerveza, patinar o bailar a tus anchas es lo más parecido a un oasis de libertad. Pero hay algo más que espacio en el antiguo hangar de la compañía francesa del ferrocarril situado en el distrito 18 de París.

En ese barrio popular y ajeno al ajetreo turístico se hará fuerte hasta el próximo enero un auténtico cuartel general del arte urbano. L'Aérosol es un laboratorio en movimiento. Un proyecto híbrido impulsado por la asociación Polybrid (especializada en organización de eventos culturales y conciertos) y Maquis-Art, un referente mundial del grafiti. Street art en diferentes versiones. Los muros de la añeja nave industrial se abren al color de grafiteros experimentados y noveles.

'FOOD TRUCKS', UNA RAMPA DE 'SKATE', PISTA PARA PATINAR...

Hay espacio para todos y quien se atreva con el aerosol es bienvenido. Ni siquiera el suelo escapa al arte efímero de las pintadas infantiles. A lo largo del vasto horizonte del viejo andén se despliegan un puñado de 'food trucks', una rampa de 'skate' y una pista para patinar delimitada por dibujos. Mientras, los pinchadiscos alternan rap, funk y música electrónica. En cualquier momento puede aparecer un artista aguerrido manejando sus esprays.

El bar, customizado por la artista belga Madame Moustache, ofrece cócteles de frutas, cervezas artesanas y vinos bio. Todo con la etiqueta de comercio justo y un espíritu solidario: la mitad de los ingresos por la venta de los vasos ecológicos irán destinados a una asociación de ayuda a refugiados.

UN MUSEO DE 1.200 METROS CUADRADOS

Apartada del bullicio, se esconde la joya de la corona del recinto. Un museo efímero de 1.200 metros cuadrados con casi 400 obras procedentes de colecciones particulares de todo el mundo, tanto recientes como de los años 80 y 90. Allí están las firmas de Banksy, Invader, Shepard Fairey, Dondi White, Blek le Rat, Rammelzee, Toxic, Seen, Keith Haring...

También en el exterior, los frescos cubren el cemento gris de los muros. Dibujos que permanecen o dan paso a otros. Arte en movimiento que cambia sin cesar el paisaje urbano. "Este es un sitio en permanente mutación, de expresión libre. Los espacios interiores y exteriores se ponen a disposición de artistas plásticos, videoartistas, bailarines profesionales o amateurs, para experimentar y realizar performances", explican los responsables de L'Aérosol.

Y el ritmo del barrio, sus fiestas, sus mercados, se integran en las propuestas culturales impregnadas de buen rollo. Fiel a la filosofía del arte efímero, L'Aérosol se irá en enero y en las cinco hectáreas del recinto fabril que ocupa nacerán viviendas, oficinas, un colegio y una guardería.