teatro

'Los vecinos de arriba', una comedia para reír... o no

Vuelve el exitoso debut teatral de Cesc Gay en su versión en castellano, una cómica mirada al mundo de la pareja de la que saltan chispas

'Los vecinos de arriba', comedia para reír... o no

'Los vecinos de arriba', comedia para reír... o no / DAVID RUANO

José Carlos Sorribes

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Ana es buena vecina y quiere agradecer a la pareja del piso de arriba, Gloria y Brian, la ayuda que le prestaron durante su mudanza. La mejor manera de hacerlo es invitarles a cenar, algo que a su marido, Julio, no le hace demasiada gracia. Mejor dicho, ninguna, y desea que la velada sea breve. Quiere aprovecharla, además, para hacerles llegar una queja. Son demasiado ruidosos (fogosos) de madrugada. La comedia ya está en marcha.

Se trata de 'Los vecinos de arribaLos vecinos de arriba', la versión en castellano de la pieza que significó la ópera prima teatral del cineasta Cesc Gay, especialista a la hora de sumergirse en las relaciones humanas. Aunque, en la mayoría de ellas, sin la pólvora humorística que enciende esta aplaudida obra. La versión catalana, la original, con el magnífico reparto de su estreno (Àgata Roca, Pere Arquillué, Nora Navas -luego Carme Pla- y Jordi Rico), disfrutó de dos grandes temporadas en el Romea.

EVA HACHE, JOSEP JULIEN, ANDREW TARBETT Y MARÍA LANAU

El montaje traducido al castellano, que también ha tenido varios repartos, protagoniza una exitosa gira que hace una parada en el Teatre Condal. Llega con el reclamo de Eva Hache al frente de una expedición que completan Josep Julien, Maria Lanau y Andrew Tarbett.

Lo que empezó, ha explicado el propio director, como un bosquejo para un posible filme se convirtió en un vertiginoso salto al teatro. Porque no es la comedia un género de medias tintas: o atrapa o provoca muecas de desagrado. Cesc Gay juega fuerte con una pieza que va a todo trapo desde el inicio. Porque pronto vemos que los anfitriones atraviesan una seria crisis de pareja.

ESTRIPTÍS SENTIMENTAL

No dudan en someterse a un estriptís sentimental ante sus invitados: él es un bombero canadiense socarrón que alardea de su 'manguera' (chiste fácil, demasiado fácil); ella, una psicóloga que hace terapia a las primeras de cambio. Con Ana y Julio tiene un chollo.

El 'pack' transita por unas vías que llevan a la risa, o la carcajada directamente, pero también se para en una convivencia con heridas abiertas y de difícil sutura. Gloria y Brian, mientras, viven su relación en otro estadio, el que les lleva a gozar de un vínculo sin nudos.

PROFESOR CASCARRABIAS

El 'ménage à cuatro' precisa, lógicamente, de un elenco que haga que todo funcione de forma engrasada. Si en el Romea la comedia era más picada, con un Arquillué desmelenado, aquí discurre con un ritmo algo más pausado.

Julien es el cascarrabias y frustrado profesor de música, aunque con menor mecha cómica que Arquillué. Eva Hache deja su personalísimimo y reconocible sello en el personaje de su mujer. Una variadísima gestualidad, con esas caras tan suyas, provoca la risa y encaja a la perfección para encarnar a la melancólica Ana. Tarbett borda al cachondo apagafuegos gracias a sus tablas y a un acento que le pone mucha salsa al rol de Brian. Lanau también da el tono de una psicóloga algo redicha.

Son hoy los cuatro protagonistas del acertado debut teatral de Cesc Gay, como lo ratifica que la obra prácticamente no ha parado desde que se estrenó en la primavera del 2015 en el Romea. A eso se le llama tocar la tecla del éxito.