TEATRO

Intercambio de parejas en una noche de verano

El 'Sueño' de Shakespeare, en una festiva, divertida e ingeniosa versión 'pirata', triunfa en La Seca

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IMMA FERNÁNDEZ

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Puck, el travieso Cupido que Shakespeare se sacó del tintero para lanzar una orgía de flechas sin ton ni son sobre los personajes de 'Sueño de una noche de verano', anda ahora liándola en La Seca Espai Brossa. Allí ha desembarcado Els Pirates Teatre -compañía que gestiona El Maldà- con toda su artillería cómica y armas habituales: frescura, ritmo, desenfado, música en directo y una pasión que contagia a la platea. Ya lo hicieron con la aplaudida 'Nit de reis' y repiten éxito con su divertida y ocurrente revisión de la comedia que urdió el bardo para ser representada con motivo de unas nobles nupcias. Le echó mucha guasa el bardo, con permutaciones de los amoríos que culminan con Titania encaprichada de un asno, y es ese espíritu alegre, burlón y festivo del clásico el que domina el contemporáneo 'Somni…' de Els Pirates.

Dirige la fiesta Adrià Aubert y su hermana Laura toma las riendas del juego de corazones metida en el pellejo del pícaro Puck. A la estupenda intérprete -también con el violín y el violonchelo- se suman otros seis actores para dar buena cuenta, multiplicados hasta la extenuación, de humanos, duendes y hadas: Hipólita, Teseo, Oberón, Titania, los cuatro jóvenes enamorados, los artesanos-comediantes y hasta unas ninfas que parecen salidas de la piscina de Esther Williams. El ejercicio de fregolismo es de medalla y se completa con coreografías, un colorista vestuario y piezas musicales originales de Llorenç González y Guillem Roma interpretadas por la citada Aubert y Núria Cuyàs (guitarra y mandolina).

Hay que destacar una adaptación -que firman el director y la actriz Ariadna Pastor- con ingeniosos guiños al hilo de que el amor no entiende ni de género ni de condición. Aprovechan la pronunciación de Lisandre en catalán para convertirla en Lisandra e introducir el amor lésbico con su enamorada Hermia, mientras que Demetrio, el pretendiente oficial de esta, es perseguido por la tenaz Helena. Los cuatro acabarán en el bosque con sus libidos a merced de Puck.

BREBAJE MÁGICO

Capítulo aparte merece el hilarante episodio de los actores que ensayan un 'Romeo y Julieta' (en acertada sustitución del 'Píramo y Tisbe' del bardo) con toda la precariedad del teatro de hoy. Un Ricard Farré desternillante se luce como el pedante Nick Bottom que acabará con cara de burro. La breve representación de la pieza, con una Julieta barbuda -Àlvar Triay- y una factura moderna y tecnológica, redondea esta divertidísima parodia del teatro dentro de un montaje en el que todo fluye con naturalidad y en el que también participan Laura Pau y Lluna Pindado. El brebaje mágico, 'pensament d'amor', que ofrecen al entrar en la sala hace su efecto: el público acaba enamorado de una compañía que destila entusiasmo y amor a su oficio.