ARTE

Casas no fue un champiñón

El Museu Maricel cierra el año dedicado al modernista con una exposición que examina su contexto artístico

'DESPUÉS DEL BAILE O JOVEN DECADENTE' (1899), DE RAMON CASAS

'DESPUÉS DEL BAILE O JOVEN DECADENTE' (1899), DE RAMON CASAS / periodico

Natàlia Farré

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Ramon Casas y Santiago Rusiñol. Los dos máximos exponentes del modernismo. Del modernismo catalán. Dos artistas con estilo propio y autóctono. Como si el movimiento hubiera emergido aquí cual champiñón. Y no: ni el uno ni el otro fueron ajenos a lo que se cocía fuera. Al contrario: ambos participaron de las corrientes artísticas que animaron París en la segunda mitad del XX. Y de eso, de las influencias que recibió y proyectó el más joven de los dos, habla 'Ramon Casas, la modernitat anhelada', la exposición que cierra el <strong>Any Casas</strong> y que reúne en el Museu Maricelde Sitges (hasta el 19 de febrero) 178 obras, suyas y ajenas, que ayudan a seguir la trayectoria del pintor y entender las fuentes de las que bebió. Ahí van las imprescindibles, que no las más icóncas, para comprender su evolución.