cine

Los increíbles 2: héroes de estar por casa

Llega a los cines la secuela de uno de los mejores filmes de Pixar. Un antídoto de optimismo frente las oscuras 'pelis' de superhéroes

zentauroepp44369988 onbarcelona cartel poster pelicula los increibles 2180725162752

zentauroepp44369988 onbarcelona cartel poster pelicula los increibles 2180725162752 / .44369988

Nando Salvà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El villano de 'Los increíbles' (2004) era un tipo ordinario que envidiaba a los héroes del título y sus poderes especiales, y soñaba con un futuro en el que cualquiera pueda ser un superhéroe. «Cuando todos sean súper... nadie lo será», decía. Es una frase que tiene sentido aplicada a 'Los increíbles 2', que llega ahora a un paisaje cinematográfico muy distinto.

Mientras retrataba a los Parr, una familia disfuncional que trataba de compaginar sus luchas contra los malos con los problemas domésticos en su seno, aquella película se las arreglaba para reírse de la ridiculez intrínseca a los superhéroes al tiempo que los celebraba como iconos de la cultura popular e incluso trataba su vida interior con cierta seriedad.

Cuando se estrenó hace 14 años, las películas sobre esos justicieros de cómic apenas empezaban a florecer. Hoy, en cambio, hay una nueva cada par de semanas. Y para el director Brad Bird eso debió de plantear un desafío. Cuando todo el mundo es súper, ¿cómo seguir siendo especial?

Solución: si el cine de Marvel y DC suele intentar ser lo más grande y épico posible, 'Los increíbles 2' apuesta por la pequeña escala. Sí, tiene varias escenas de acción, y algunas increíblemente efectivas a la hora de desencajarnos el mentón. Pero en ella no hay invasiones alienígenas ni gigantes rayos láser que caen del cielo.

Y aunque uno de sus personajes es el enemigo oficial, la verdadera némesis de la película es la interminable rutina de los horrores cotidianos: niños que gritan, hormonas pubescentes, facturas que pagar, un bebé al que mantener en la cuna y que, además, de vez en cuando se convierte en un monstruo demoníaco.

PLACERES SIMPLES Y VISCERALES

PLACERES SIMPLES Y VISCERALESDe asumir esas tareas caseras se encarga Míster Increíble mientras su esposa, Elastigirl, combate el crimen, y esa inversión de roles proporciona a la película no solo mucho de su arsenal cómico, sino también reflexiones sobre la ansiedad que los hombres sienten ante la asunción de trabajos tradicionalmente masculinos por parte de las mujeres, o sobre las dudas que muchas de ellas sienten al renunciar a tiempo con sus hijos para avanzar en sus carreras.

Asimismo, Bird pone sobre la mesa algunas ideas provocativas. La película se pregunta si es legítimo violar leyes injustas para corregirlas, y sugiere que la adicción de la sociedad a las pantallas nos condena al conformismo. Y el universo alternativo en el que transcurre, evocador de esa idealista América de los años 60 para la que el futuro estaba lleno de brillo, es un antídoto de optimismo tanto frente a todas esas películas de superhéroes más oscuras que una cloaca como frente al mundo que hay fuera del cine.

Y pese a todo ello, en realidad, los abundantes placeres que 'Los increíbles 2' proporciona son más simples y viscerales. Como esa escena en la que el bebé de marras pelea contra un mapache, pura delicia 'slapstick'. O como esa deslumbrante claridad visual, cortesía de los animadores de Pixar; comparada con el caos digital bajo el que suelen estar aplastados los superhéroes de acción real, le hace a uno sentir que está desenterrando un tesoro perdido.

TEMAS