Póquer: vivir es apostar

Hay algo inherentemente dramático en el póquer. No importa si transcurre en un casino de Las Vegas, o en la trastienda de un club clandestino o en el sótano de casa de un amigo en sábado por la noche: es un juego lleno de tensión y misterio.

También de estrategia: es mentira que ganar o perder sea cuestión de suerte. Un buen jugador de póquer necesita ser calculador y seguro de sí mismo, y necesita ser capaz de visitar el lado oscuro si la ocasión lo requiere.

Por eso nos gustan las películas ambientadas total o parcialmente entre timbas. Nos gusta imaginarnos en la piel de ese tipo sentado a la mesa subiendo la apuesta. Y gracias a 'Molly’s Game', que hoy llega a los cines, también nos gustará hacerlo –al menos, momentáneamente— en la de la llamada Princesa del Póker: Molly Bloom, que entre el 2004 y el 2011 organizó las partidas privadas de cartas más rutilantes del mundo. 

Ganó montones de dinero reuniendo alrededor de una misma mesa a deportistas de élite, tiburones de Wall Street y celebridades como Leonardo DiCaprio, Ben Affleck o Tobey Maguire. Vivió una vida de lujo y excesos, hasta que el crimen organizado y el

FBI se cruzaron en su camino. En el debut tras la cámara del aclamado guionista Aaron Sorkin, eso sí, es Jessica Chastain quien se mete en su piel. Es lógico que la historia de Bloom haya acabado hecha película. Después de todo, el póquer está de moda.

Aficionados de todo el mundo se sientan a diario frente al ordenador para jugarlo online, sus campeonatos de más altos vuelos se emiten por televisión. Por tanto, no está de más familiarizarse un poco más con sus reglas, sus estrategias y su léxico. Estás películas nos ayudarán a hacerlo. 

1. El destino también juega (1966)

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Un granjero sufre un infarto mientras está perdiendo todos los ahorros de su familia sobre una mesa de juego. Le sustituye su esposa, que no tiene ni idea de jugar a cartas... o sí. Incluye valiosos consejos como: «La primera regla del póquer, se juegue en el este o el oeste o incluso en el Polo Norte, es pagar o pasar».

2. Casino Royale (2006) 

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007 se enfrenta sobre el tapete al tesorero de uno de los mayores grupos criminales del mundo. Si pierde, el dinero será usado para financiar el terrorismo. Lo que sigue es la mano de póquer más improbable de la historia del cine. Pero hay que ver lo bien que le queda el esmoquin a Daniel Craig.

3. Maverick (1994)

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La protagonizó Mel Gibson en una época en la que eso significaba algo. Quienes sepan de póquer quedarán boquiabiertos ante el ridículo retrato que aquí se ofrece del juego: que una escalera de color y una escalera real coincidan en la misma mano es tan probable como que lluevan billetes de mil euros.

4. El rey del juego (1965) 

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Steve McQueen da vida a un tipo experto en apostar, ya sea en las peleas de gallos o en asuntos de mujeres, y que decide luchar por el título de mejor jugador de póquer de todos los tiempos. Es de obligado visionado para cualquier connoisseur, sobre todo por la mano final entre McQueen y Edward G. Robinson.

5. Rounders (1998) 

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Mientras acompaña a un jugador reformado que se ve obligado a volver a las timbas para ayudar a su amigo a pagar una deuda, ofrece una fascinante mirada al submundo del juego en Nueva York. Hay quien dice que el resurgir del póquer en las últimas dos décadas no habría tenido lugar de no ser por ella.