NEGRA Y CRIMINAL

Para nostálgicos de la Barcelona preolímpica

Àlex Martín reivindica en 'Jaume Fuster, gènere negre sense límits' al autor que mostró la cara oculta de la ciudad en los 80

Jaume Fuster

Jaume Fuster / periodico

ÀLEX MARTÍN

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Los lectores más ávidos aún recordarán cómo durante la década de los 80 se publicaron una serie de libros titulados 'Diàlegs a Barcelona', en los que dos escritores deambulaban por la ciudad y dialogaban sobre su pasado, presente e hipotético futuro. No es casual que uno de aquellos volúmenes estuviera protagonizado por Jaume Fuster y Manuel Vázquez Montalbán, dos de los abanderados que pusieron en marcha, a lo largo de los años 70, el género negro y policial en nuestro país y que, por encima de todo, situaron a Barcelona como modelo literario.

Si algo quedaba patente en aquel libro era ya la visión de una Barcelona nostálgica que empezaba a sufrir las primeras secuelas de una globalización innecesaria y que nos ha llevado a la pérdida de una urbe habitable ante la masificación de turistas, oficinas y comercios que ha desplazado a los residentes a las periferias; a la pérdida de los lugares naturales ante los superficiales; a la pérdida, en fin, de la identidad.

Aquella Barcelona que narraba Jaume Fuster es hoy cada vez más desconocida e irrecuperable para los lectores. Fue él quien inició un serie de ciclos con protagonismo de la ciudad preolímpica, con títulos como 'De mica en mica s’omple la pica' (1972), protagonizado por Enric Vidal, un «brètol capaç de tot per una mica de calé», en el que hacía un retrato social, político y económico de la Barcelona de la transición. Años más tarde lo volvería a hacer en 'Sota el signe de sagitari' (1984), en este caso con un detective privado con licencia llamado Lluís Arquer, en una Barcelona en la que el escritor reivindicaba la necesidad de recuperar las cuestiones individuales, en la que volviéramos a oír «la corneta de l’escombriaire» y donde «els nostres fills tinguessin la possibilitat de jugar tranquil·lament al carrer de casa».

CRÓNICA DE UNA SOCIEDAD

En sus novelas negras, Fuster todavía recuerda aquellos espacios míticos urbanos, que él recrea con total simplicidad, de forma transitable, afable, porque la suma de sus tramas con sus descripciones acaba constituyendo casi una crónica de la sociedad que lo rodeaba. Como trasfondo, también había una denuncia de la corrupción de las instituciones y las clases dominantes, aspectos que hoy, por desgracia, siguen estando de plena actualidad. Era precisamente la Barcelona de aquellos años, desde la posguerra hasta los 80, un marco idóneo para la turbulencia, en el que se habían producido algunos de los casos más sonados de la corrupción y el crimen organizado desde el poder, o con su aquiescencia.Si leemos esas narraciones aún podremos recordar aquella ciudad que hoy ya ha perdido casi todas sus señas de identidad. Ambientes como la Rambla, la plaza Reial y el Raval (y algunos de sus rincones más recónditos ya inexistentes) son los más frecuentados en sus novelas, con barceloneses que aún la habitaban, y no llena de extranjeros ensuciando la esencia de la ciudad.

Es necesario recuperar, pues, a Jaume Fuster, y es necesario recuperar, también, aquella Barcelona. Tal vez ya no podremos volver a la ciudad que nos resultaba tan identificable, más humana y más cercana que la actual, pero todavía podremos disfrutar de ella (re)leyendo sus textos y rescatándolo de la memoria.



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EL MAESTRO DE UNA GENERACIÓN

Profesor de lengua y literatura catalanas en la Universidad de Salamanca, codirector del Congreso de Novela y Cine Negro que organiza este centro desde el 2005 (la edición de este año se celebrará del 24 al 27 de abril) y director de Crims.cat, la colección 'noir' de Alrevés,  Àlex Martín Escribà es uno de los grandes estudiosos de la novela negra catalana y de la influencia que ha tenido en el desarrollo del género en toda la península. 

Convencido de que Jaume Fuster abrió el camino que están transitando cada día más autores, analiza detalladamente su producción negra en este documentadísimo ensayo en el que la abundancia de notas a pie de página no está reñida con la agilidad del texto. Para descubrir la importancia de un autor (o reafirmarse en ella) que se empeñó en impulsar la lectura en catalán a través de la literatura de género. — Imma Muñoz